(RP) Lulu pierde los papeles.

**Lulu Bathory** Miér Dic 08, 2010 2:09 am

Brynhildr escribió:-La leche ¡qué frío! - Iba farfullando de camino a la biblioteca, acordándose de la madre que parió al invierno y eso que aún era otoño. El cielo, de un gris plomizo, traía la promesa de futuras nevadas. La rubia miró hacia arriba, confiando en que esas futuras nevadas no se concretaran en presente lluvia y escondió las manos dentro de la capa de cálido fieltro que había tomado prestada al salir.

Caminaba pensando en sus cosas… bueno, pensar lo que se dice pensar… iba dándole pataditas a una piedra calle arriba tratando de recordar – trinquete, trinquete… trinquete, gavia… foque, fofoque, contrafoque… - se mordía el labio tratando de poner en marcha los oxidados engranajes que hacían funcionar lo que sea que tuviera bajo las greñas - ¡perico y sobreperico! - exclamó mientras intentaba acertarle con la piedra a un gato despistado que no debía de conocer las costumbres de las Rubiá. Erró el tiro y trastabilló, enredándose un pie con otro hasta quedar sentada en el frío suelo. Con un gesto de resignación, sacó las manos de la capa y tras ponerse en pié se sacudió la ropa - ¿¡Pero qué co…!?- recogió el pergamino húmedo que se le había pegado a las posaderas

Primer puerto del Reino de Valencia.

8 de Marzo de 1458; día de júbilo y alegría para los valencianos. El primer puerto del Reino de Valencia ha sido inaugurado en La Dos veces Leal, Valencia, capital del Reino…

Hombre... la noticia buena era, aunque un tanto desfasada. Reconocía la cuidada y redondeada caligrafía ¿qué demonios hacía una de las crónicas de la Bathory en el medio de la calle?

Ajetreado estaba siendo el día para la Bathory. Los nuevos tiempos que se acercaban para el reino, eran como mínimo, inciertos. Y siendo, como le habían nombrado en su día Chronista Oficial, se resistía a quedarse cruzada de brazos viendo venir los cambios. Había pedido autorización a los que parecían abocados a ser los últimos reyes del Reino Independiente de Valencia para trasladar a su casa, todo documento que contuviera información relevante para aquellas chrónicas que estaba dispuetsa a continuar y concluir algún día, de quién sabe qué año de Nuestro Señor. Ya sabéis, por si se le ocurriera al nuevo soberano, sea quien sea, la genial idea de ponerse a quemar papelitos para calentar alguna helada noche de invierno.

En ello ocupaba aquella fría mañana de Diciembre de 1458. metida en los archivos del reino. Iba escogiendo la documentación que consideraba necesaria y cuando agrupaba un buen montón, lo ataba con la cuerda que desenredaba de un enorme ovillo. Era un trabajo monótono, tedioso y aburrido, que le estaba llevando más tiempo del que había calculado.

- Dalila, llevad esos fardos que hay junto a la puerta, yo llevaré estos otros; y de paso, me tomaré un descanso. Me escuecen los ojos y no paro de estornudar con tanto polvo.

La joven sirvienta salió de la estancia, llevando a duras penas, su pesada carga. Lulu quedó rezagada, cerciorándose de dejar todas las velas apagadas, lo último que necesitaban, era un incendio en aquel lóbrego lugar y perder la historia de todo un reino.

- ¡Demonios! ¡Sí que pesan! Los he cargado demasiado. - Murmuró por el pasillo, de camino a la carreta que les ayudaría a transportar todo a su casa.

Mientras se acercaba a la puerta que daba a la calle, la vió abierta y le pareció que era su sirvienta, la que corría de un lado a otro, con las manos en la cabeza.

- ¡Ya estamos! ¡Qué habrá hecho ahora esta mujer! - Pensó negando con la cabeza. - Debí traer a Muadego para esto. - Entonces habló. - ¿Pasa algo Dalila?

Preguntar y quedar pasmada fue inmediato.

- ¡Oh Dios mío! - Gritaba la muchacha, corriendo tras infinidad de pergaminos que las ráfagas de viento de aquella triste mañana, hacían volar a su antojo.
- ¿Pero qué has hecho?

Ya iba a soltarle una sarta de improperios a la joven, cuando la respuesta le llegó de forma inesperada. La cuerda que mantenía en orden los documentos, se escurría de sus dedos. Los miró sorprendida y descubrió que, la liana que había utilizado, comenzaba a estar podrida y tras soportar el peso del papel durante un rato, había terminado por romperse irremediablemente.

Ahora era Lulu quien llevabalas manos a la cabeza, mientras la documentación escapaba volando. Algunos calle arriba, otros calle abajo, unos quedaban pegados a las paredes y otros, simplemente, habían logrado desaparecer tras una esquina.

- ¡Dalila, recuperad estos de aquí! - Gritó, alejándose. - ¡Ahora vuelvo!

Torció la esquina, con dos papeles que había logrado rescatar al vuelo, fuertemente sujetos en la mano. Corrió por aquella calle, intentando dar caza a otro, que cada vez que se agachaba a cogerlo, se enrrollaba y salía rodando. La última vez, rodó mucho más lejos, cuesta abajo. Y fue en apurada persecución que dió de bruces contra una maraña de greñas rubias que habían rescatado el documento, tras la segunda esquina por donde había desaparecido el papel.

- ¡Bryn! ¡Vaya tortazo! - Reía, sorprendida y tiraba en el suelo.

Ricardowpv escribió:Y en el puerto el Joven Dragón practicaba estocadas a diestra y siniestra, no había nada que lo relajara más que el no pensar en otra cosa que blandir su espada luego de un día de trabajo.

Si bien el hecho de ser el encargado del puerto era sencillo, con esos tres barcos por allí le suscitaba dudas, dos de ellos eran de Valencia, pero el enorme galeón Silmarillion tenia bandera desconocida para él.

Entre tajo y tajo observaba de reojo lo que sucedía en los atracaderos, mercancías que subían, mercancías que bajaban.

En un momento un gélido viento se levanto, logrando que los barcos mas pequeños hicieran un cabeceo, un par de marineros que estaban en cubierta cayeron al agua y las risas de los marinos no se hicieron esperar.

Volvió a su despreocupada tarea de tronchar y atacar, hasta que las hojas de los árboles empezaron a pasar volando cerca de él.

Blanco móvil pensó y ataco a cuanta hoja que llevaba el viento pasara cerca de su espada, una espada grande, aunque no llegaba a ser un mandoble, era mas larga que una larga, y mas ancha en de hoja.

Sonreía feliz cada vez que trapazaba una, aunque las hojas secas del otoño se deshacían con sus golpes, un papel golpeo su cara y remolineo a su alrededor.

Papelucho, como osas golpearme… Toma y toma dijo mientras intentaba ensartarlo con su espada, hasta que luego de un rato lo consiguió.

Vio que tenia algo rojo al final, un lacre, lo saco de su espada y observo lo que decia.

El 17 de Septiembre de 1457, la Dehena de San Jorge se dedicó única y excusivamente a avanzar a través de los bosques. No había mucho que hacer salvo caminar y caminar. Lo hacían en silencio, debían permanecer tranquilos para no alertar a los posibles espías franceses que sabían pululaban escondidos por aquellos parajes.

...

El papel era un documento, hablaba del ejercito de San Jorge, el cual había visto en Valencia hacia algún tiempo, y el lacre del final era el de la Capilla Heráldica.

Al darse cuenta de que había cortado a la mitad un documento hizo un gesto de dolor pensando en las represalias.

Si lo devuelvo rápido quizás no me digan nada Penso

Monto el enorme caballo que tenia por montura, y salio a todo galope hacia la ciudad con las dos mitades del documento.

Brynhildr escribió:Aún se frotaba el culo y miraba el pergamino con los ojillos entrecerrados, pensando en ir a buscar a Lú y devolvérselo, amén de preguntarle por su sistema de archivo, que si bien era novedoso, no parecía demasiado práctico.

De pronto algo la embistió, cual si de un jabalí interior gallego se tratase. Obviamente, de nuevo acabó en el suelo. Dirigió una mirada furibunda al ente placador, que resultó ser precisamente la dama a quien buscaba.

- ¿Pero os parece de recibo...? - Con un gesto de dolor, se llevó la mano al tobillo. El rubor teñía las mejillas de Lulu, aún sentada frente a ella, que tenía una mirada entre apresurada, preocupada y azorada.

La rubisela se puso en pie de un brinco y le tendió el brazo a la Bathory - anda, levantaos antes de que la humedad traspase el forro de vuestra hopalanda - Sonreía satisfecha por la reacción de Lulu, llevaba ya un par de días ensayando el dolor de tobillo combinado con mirada ofendida y parecía ser que al fin había dado con el truco.

- ¿Cómo es eso de archivar las Crónicas del Reino en la vía pública?

**Lulu Bathory** Sáb Dic 11, 2010 4:50 am

En principio, observó preocupada a la rubia, parecía haberse hecho daño con el encontronazo; pero al ver que se levantaba de un brinco e incluso, la ayudaba a ponerse en pié; las alarmas que sonaban en su cabeza callaron de golpe.

- ¡Tenéis el pergamino! ¡Gracias al Señor! - Abrazándola. - Es una larga historia... de un ovillo de soga podrida. - Explicaba sin llegar a explicarse del todo, no sabía si la había entendido, pero era igual. - ¿Sólo habéis encontrado este?

Mientras esperaba respuesta miró calle arriba y abajo, con la esperanza de ver mas papelitos volantes.

- ¿Tenéis algo importante que hacer ahora mismo Bryn? Me temo que necesito ayuda.

Brynhildr escribió:- Ah, soga podrida, claro... si, suele ser... problemático cuando al soga se pudre y eso - fingió que entendía a la perfección a la dama ¿Sólo este? Entonces había más... Miró a izquierda y derecha, arriba, abajo, en diagonal y en diédrico siguiendo la dirección de los ojos de la Bathory sin ver nada fuera de lo habitual.

- ¿Tenéis algo importante que hacer ahora mismo Bryn? Me temo que necesito ayuda.

Se mordió el labio pensando en la tediosa tarde de estudio que en teoría le aguardaba y se encogió de hombros

- No, en realidad no iba a hacer nada especial... total, seguiré confundiendo el timón con el bauprés de todos modos - ante la mirada inquisitiva de la catalana, agitó la mano como si espantara mosquitos imaginarios - andad, dejaos de prestar atención a las disquisiciones de la primera rubia a la que arroyáis y tratemos de encontrar esos documentos.

(RP) Lulu pierde los papeles.

(RP) Lulu pierde los papeles.

Re: (RP) Lulu pierde los papeles.