Funerales de Pau Claramunt de Sarolea y de Itnas Claramunt i Bathory

Avienda escribió:Avienda entró en la Catedral con un escalofrío recorriéndole el cuerpo. El Sagrado templo siempre le ofrecía una sensación de paz y bienestar. Pero la misa que se oficiaria hoy le entristecía el alma.

Los funerales de un padre y un hijo. Aunque sus almas se encontraran ahora junto al Señor. No era facil el consuelo para los que aquí quedaban. La viuda y madre había demostrado una gran entereza y fuerza de voluntad. Aciagos momentos le había deparado el destino.

Hoy, intentaría dar consuelo y paz a los amigos y familiares que acudirían a la misa.

Las campanas sonaron en señal de duelo.



Y Avi esperó pacientemente a los feligreses que acudirian al funeral de Pau Claramunt de Sarolea y su hijo Itnas Claramunt i Bathory.
Delicada había sido la salud del padre en los últimos meses. Y tras la muerte accidental de su hijo mientras jugaba en el patio de casa, fue incapaz de superar la pérdida.

--sancho escribió:Había llegado la hora convenida. Tomo su carro y se dirigió a la iglesia. Este encargo era de los que odiaba realizar, pero había que cumplir con lo acordado.

Portaba dos almas que emprendían su último viaje y poder descansar eternamente. El viaje no fue muy largo, pero en estas circunstancias siempre es angustioso, y cuanto más lo sería para la dama, que enterraba de una vez a un marido y a un hijo.

Al llegar a la Iglesia, varias personas esperaban a la llegada de los féretros, y varias personas le ayudaron a transportarlos al altar. Una vez su labor había sido completada, se acercó a la dama, que estaba delante de ellos y le ofreció sus respetos de la mejor forma que pudo.

Luego salió de la Iglesia y esperó en su carro a que finalizara la ceremonia.

--Efrain escribió:En la puerta de la Iglesia, paro un coche que viajaba desde Catalunya para entregar una corona floral.
Del coche, un criado con sus ropas negras, descendió y se dirigió a donde seria la ceremonia.

-Señora Lulu Bathory, esta carta, junto con la corona fúnebre, os es enviada desde Agramunt, mi Señora y su hijo os envían su pésame y se disculpan por no haber podido viajar para asistir al funeral de vuestro esposo e hijo.

El criado entrego el sobre a la mujer y coloco la corona de flores donde le indicaron.
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Miperiki escribió:Miperiki llegó a la Iglesia acompañado de su hija. Era un día muy triste. El rostro de Lulú en aquellos días era todo un poema, la melancolía la podía y le dolía verla así.

Además estaba la tristeza por la marcha de Sarolea, al que siempre había considerado un buen hombre y con el que durante un buen tiempo mantuvo una gran amistad. Aquel hombre al que recordaba y que vió devorado por la enfermedad en Narbona que le costó la vida.

Y si era triste la perdida de él, la del pobre Itnas... Esa pérdida si que debía tener atormentada a Lulu. No hay nada más terrible que sobrevivir a tus hijos, y la dama tendría que afrontarlo en adelante.

Mientras ayudaba al cochero a trasladar a las dos personas al altar, vió como Lulú se levantaba a su paso. Miperiki miró a la dama y vió su rostro roto y sus ojos llorosos. No pudo más que bajar la vista, verla así le dolía en lo más profundo de su ser, por lo que no quiso decirla nada. Una vez los dos cuerpos ocupaban su lugar, salió en busca de su hija para que le acompañase.

Ambos fueron entrando y se sentaron acompañando a Lulú. Primero pasó Mipe. La miró y no la dijo nada, aunque su mirada decía miles de cosas y Lulú las entendió perfectamente. Luego pasó Vicky que se sentó al lado de ella y la abrazó con fuerza, como si transmitiese la fuerza que Mipe quería insuflarle a la dama.

Bertus escribió:Bertus llego a la iglesia, aunque no le gustaba frecuentar ese lugar sentia que debia acompañar en estos duros momentos a su querida tia Lulu. Con paso firme se dirigio a donde se encontraba su tia y sin decir nada la abrazó. Por un lado estaba contento de volver a ver a su tia, sin embargo preferia que no hubiera sido en una situacion como aquella.

-¿como estas?

Vio el rostro de dolor que ella tenía y sin decir nada mas se sento a esperar a que la ceremonia comenzara

Vicky_15 escribió:se encontraba en las afueras del templo, habia llegado del brazo de su padre, espero en las afueras mientras un temblor le recorrio el cuerpo, dos feretros eran guiados hasta el altar.

tomo un respiro amplio y lleno sus pulmones de aire, sabia que lo que venia no era facil, hacia muy poco la muchacha habia perdido a su madre, sabia el dolor que llevaba una perdida sobre todo cuando era alguien a quien se le queria y respetaba.

su padre volvia a buscarla y le miro a los ojos sonriendole, con su padre no habian secretos y la muchacha en cada mirada le decia todo lo que le queria.

ambos ingresaron en la iglesia y se acercaron hasta la primera fila, donde la dama Lulu estaba ya sentada.

un fuerte abrazo le profirio a la dama, ambas mujeres se conocian hacia muy poco y sin embargo se le habia calado en su corazon.

no estas sola, estamos contigo... siempre - le susurro mientras le abrazaba

cogio la mano de su padre y la de lulu, apretando ambas con fuerza .
se quedo mirando al altar y al Christos que le conocia , esperando comenzara el responso

Pasky escribió:Recibió el aviso para el funeral i marchó rauda hacia la catedral. Sin duda era un día triste, se despedía de un gran amigo, i vería a otra amiga destrozada. Entró, saludó a los conocidos. Saludú a Lulu con un abrazo i la miró a los ojos no pudiendo decir nada. Vio a Bertus, al qe tanto tiempo llevaba sin ver, se acercó a el, lo abrazó tambien i le susurró.

Qué pena verte en tan mal momento amigo

Libris escribió:Libris llegaba despacio y nervioso al Templo, hacia 8 años desde que asistía a un oficio funerario. Se detuvo un momento frente al edificio, recordando aquel día, cuando tenía apenas 12 años, el día del funeral de sus padres...

Tras un instante, se acordó de su amiga Lulú, se armó de valor e ingresó. Y la vio, en ese instante los recuerdos volvieron y las lagrimas amenazaban con inundar sus ojos. Se acercó a su amiga y le dio un cariñoso abrazo, la muestra de afecto que a él le hubiese gustado recibir hacia algunos años.

-No estas sola Lulú. Le susurró.

Hominis tota vita nihil aliud quam ad mortem iter est *, pensó...


*La vida entera del hombre no es otra cosa que un camino hacia la muerte. Séneca.

Calem escribió:Calem hacia días q se había enterado de la tragica noticia, junto a su joven esposa viajo hacia el lugar donde se produciría la ceremonia fúnebre, allí se reunió con su madre Goswintha y junto a Adriana entraron en la iglesia.

Calem tenia un nudo en el estomago, acariciando la tripa de Adriana la besos en la cabesita y junto a su madre se acercaron a Lulu, veía la tristeza en su rostro y la entendía, una vez a su altura dejo a Adriana de la mano de Goswi, y abrazo a Lulu y mientras secaba sus lágrimas le susurro le dijo

" buenas preciosa seca tus lágrimas pues eran buenas personas y aunque nos han abandonado en este mundo siguen habitando en nuestros corazones y q perduren en nuestra mente aquellos buenos momentos q pasaron junto a nosotros así vivirán en esta tierra, pues ahora viven junto al único en un plano superior pues tuvieron vidas dignas, llenas de amor hacia los suyos y buenos actos"

Tras sus palabra se dirigió a los cetros y puso su mano sobre los ataudes, y hablo con ellos

"bueno pau, viejo amigo espero q disfrutes de una buena vida heterna en el paraíso y cuida de tu pequeño, aun recuerdo tus historias sobre el viejo rey y como juntos levantasteis aquella maravillosa corona, influisteis mucho en mi viejo- Calem no pudo evitar derramar una lágrima mientras hablaba- siempre te llevare en el corazón y tus cuentos... los escuche un sin fin de veces pero aun así me gustaban... en cuanto a ti pequeño echare de menos hacerte rabiar y jalarte de los calzones para arriba... cuida del viejo de tu padre y q no se meta en líos...

El averroísta seco sus lágrimas evitando q alguien lo viera, y se dirigió junto a su madre y su amada esposa, al llegar a su altura abrazo fuertemente a Adriana en busca de consuelo

Selvachu escribió:Sel y cata lentamente se acercaron a la puerta de la Catedral, Sel llevaba días sin saber que decirle a Lulu, no encontraba las palabras acertadas y sabía que nada de lo que dijera consolaría a su amiga. Se aferró a la mano de su prometido al poner el pie dentro del recinto y no pudiendo avanzar más, decidió entonces que lo mejor sería sentarse en el último banco a presenciar la misa.

Zeianbv escribió:La noticia le llegó a Zeian en su despacho del Palacio Real de la Aljafería. En la nota que se le enviaba, constaba sólo y escuetamente el fallecimiento de Pau Claramunt. Con el alma encogida, salió de la estancia y se dirigió al Salón del Trono con la nota en la mano. Allí estaba la Reina Sorkunde, departiendo con varios consejeros. La Reina, al ver el rostro de su hijo, se dió cuenta inmediatamente de que algo no iba bien y despidió con un gesto a los cortesanos. Entonces, Zeian se acercó, hizo un pequeña reverencia y le dió el papel sin una palabra. Sorkunde lo leyó y palideció.
Madre, si me lo permitís, marcho a llevar el pésame y para asistir al funeral. Pasaré por Huesca, aunque no creo que a Javiera le sea posible viajar en su estado.
La Reina Sorkunde de Aragón despidió a su hijo con un gesto de afecto y le pidió que trasmitiera oficialmente sus condolencias y las de todos sus súbditos aragoneses y su más sentido pésame a la Señora Lulú Bathory.
Zeian salió entonces del Palacio y montó en su alazán para afrontar el largo camino desde Zaragoza para asistir a las exequias en representación de la Casa Real de Aragón.

Clent escribió:CLent estaba en su taberna cuando entro un cliente y le dio la mala notocia, asi que colent cerro la taberna y fue corriendo a la catedral, entro y vio en los primero bancos a su amiga Lulu, descosolada... Clent se acerco y abrazandola le dijo:

Lulu lo siento mucho, si puedo ayudart en algo pidemelo y ya sabes que tienes un amigo para lo que quieras en Tarragona, lo siento mucho de verdad

Goswintha escribió:Goswintha dejó a Adrina junto a Calem, podía ver la tristeza reflejada en la cara de éste. Se separó de la pareja y se dirigió hasta donde estaba Lulu, sabía que nada de lo que le dijera podría darle consuelo a su amiga en esos momentos, miró a Lulu y la abrazó con fuerza y le susurró – Sabes que nos tienes para lo que necesites – musitó mientras le daba un cariñoso beso.

Había más gente esperando a dar el pésame a Lulu, así que Wintha se separó de su amiga y volvió junto a Calem y Adriana – Será mejor que nos sentemos, no es bueno para Adriana estar mucho tiempo de pie – Agarró del brazo a cada uno de los chicos para dirigirse hasta los bancos y esperar que la ceremonia empezara.

Cata46 escribió:Cata que no quería agobiar a su amiga Lulu en estos momentos difíciles, decidió permanecer con Selva en la última fila de bancos presenciando en silencio el funeral. En cuanto los ojos de la viuda de Claramunt se cruzaron con los suyos, el de Lleida le dedicó una tímida sonrisa con la que esperaba Lulu comprendiera que él estaba ahí para lo que lo necesitara.

Gavinet escribió:Junto a una capilla lateral del templo, observaba a la viuda y madre y al resto que habían acudido a honrar a los difuntos.

-Hoy es un día muy triste -dijo para sí. Y alzó los ojos hacia el rosetón de la catedral, inundado de luz y colores.

Tadeita escribió:Hacía poco que había enterrado a unas de sus hijas y le costaba mucho ir a un funeral, ya que no podía evitar recordar a la pequeña Saura, pero sacó fuerzas de flaqueza y junto a Feiniel, acudieron para acompañar a la dama Lulu, que en muy poco tiempo, había pasado a formar una parte importante de sus vidas...

Feiniel escribió:Junto a Tadeita, observaba el progreso del funeral. A pesar de no conocer a los difuntos, si conocia a Lulu y compartia su dolor, pues perder aun ser querido siempre era doloroso. Miro a Lulu, lamentandose de que tuviera que vivir una situacion asi

Mazi escribió:Era la primera vez que acudía a un funeral, y un escalofrío se apoderó de su cuerpo. Entró tras haber pasado todo el mundo, y allí en primera fila, frente al altar, estaba Lulu, con la mirada perdida, acompañana de Mipe, Vicky y su sobrino Bertus. Se acercó a saludarla, le costaba hablar, tenía un nudo en la garganta, simplemente abrazó fuerte a su amiga, mientras le susurraba:

No estás sola cielo, estamos aquí...

Graff escribió:Un funeral nunca era un buen lugar. Cuando a quien se conocía era a quien quedaba y no a quién se iba, era aún peor. Pero cuando el deudo era alguien a quien se estimaba profundamente, el dolor se hacía insoportable. Y él estimaba profundamente a la dama Lulu, la Cronista del Centenar.

Mikaus escribió:Mikaus hizo su aparición en el templo algo polvoriento del camino recorrido a lomos de Zeru. Sin mirar ni a izquierda ni a derecha se llegó hasta Lulu, la abrazó sentidamente y le susurró:

-Zuk momentu batean itxaropen ikaragarria eman zenidan niri, nire ilusioa berreskuratzeko. Besarkada honen bidez zure itxaropenaren pixkatxo bat itzuliko zaizula espero dut. Irmo egon, nire laguna.(*)

Se separó unos centímetros y mirándola le dijo:

-A Pau le hubieran gustado estas palabras, creo.

Y se dirigió al fondo de la iglesia para tomar asiento.


(*) Tú me diste una gran esperanza en un momento concreto, para recuperar mi ilusión. Espero que este abrazo te devuelva siquiera un trocito de esperanza a tí. Sé firme, amiga mía.

Kolme escribió:Aquel era un día de luto en la familia. Andreu había recibido de primera mano las noticias cuando acontecieron, y aún se sentía dolido por la pérdida. Porque toda pérdida era dolorosa, pero las más cercanas acrecentaben el pesar en el corazón.


Acudió junto a su tia, viendo a numerosos amigos y conocidos, allí reunidos por los ya desaparecidos Itnas y Pau.


- Lo siento, querida. - dijo Andreu mientras rodeaba con sus brazos a Lulu- Aquí estamos para lo que necesites


Escuchó atentamente sus palabras y permaneció allí cerca

Avienda escribió:No eran pocos los feligreses que acudían a despedir a padre e hijo. Pero sobretodo, los que acudían a arropar a la viuda. La Dama Lulu permanecía mucho más entera de lo que cabía esperar. Avienda no podía imaginar el dolor de la pérdida de un hijo. Sí había conocido la pérdida de su madre sin embargo. Y al mirar hoy a la Dama, por un momento vio en sus ojos los de su progenitora. Pasado ese instante volvió a reconocer de nuevo el rostro de la Dama que en poco tiempo, se había ganado el afecto y el cariño de todos los que tenían la fortuna de compartir parte de su camino.

Hoy en un día tan oscuro para los corazones allí reunidos, el Sol brillaba a través del rosetón de la Catedral. Dibujábanse retazos de todos los colores sobre ambos féretros. A la Diaconisa le pareció propicio. Y su corazón se aligeró de la angustia. Ahora rogarían porque las dos almas fueran recibidas en el paraiso Solar, aquél que había venido con su luz a iluminar y pintar de esperanza ambos ataudes.

La iglesia estaba llena. Los últimos fieles entraban y se agolpaban en el fondo de la Catedral. El Conde había dejado en la memoria del pueblo un rastro indeleble. A la entrada, un par de grandes cestas de mimbre recibían los presentes de los fieles para el fallecido. Tras la ceremonia, su contenido se confiaría a obras de caridad atendiendo a las últimas voluntades del Conde.

Avienda avanzó abandonando el altar. Deteniéndose entre los dos féretros habló con voz clara y sentida.


Queridos hermanos. Nos reunimos hoy como Comunidad para rendir un último homenaje a don Pau Claramunt de Sarolea y a su amado hijo Itnas Claramunt i Bathory. Ambos dejan un enorme vacío en los corazones de los que los conocieron y amaron. El pequeño Itnas, al ser aun un niño, una criatura inocente, está libre de todo pecado. Su padre falleció tras una arga enfermedad, en un monasterio y habiendo recibido la extremaunción.

Roguemos juntos por su alma

Después de que todas nuestras miradas se cruzaran con la de nuestro hermano fallecido, que puedan ver, por fin, la tuya, Señor.

Señor no desvíes tu mirada de nuestro amigo.

Después de la amistad que recibió y que guió su vida, concedele la última amistad que es la tuya, Señor.

Señor no desvíes tu mirada de nuestro amigo.

Después de las penas y lágrimas que oscurecieron su vida, ilumina su camino para la eternidad.

Señor no desvíes tu mirada de nuestro amigo.

Señor, dirigimos a Ti nuestras esperanzas cuando desaparece el cuerpo del amigo querido por nosotros.

Concédenos la esperanza de verlo de nuevo cerca de Ti por los siglos de los siglos.

Amen

Hermanos y Hermanas, si estamos aquí, es para consolar con nuestra amistad a los que están afligidos. Es también para recordarnos que Dios se acuerda de todo lo que hubo de bueno en la vida de nuestro hermano y para pedirle para él una buena acogida.


Los fieles encienden en silencio cirios.


La Amistad es la luz del mundo, es la llama que calienta nuestro corazón.

¡Qué ilumine ahora el camino de Sarolea y qué lo conduzca ahora al Reino de Dios!

Sarolea, nosotros depositamos esta cruz aristotélica sobre tu ataúd.

Esta cruz es el signo que conecta Aristóteles a Christos, que ella sea para ti símbolo de salvación y de vida eterna.

Repitiendo las mismas palabras depositó una cruz idéntica en el pequeño ataud de Itnas.

Mientras, varios clérigos recorrian en silencio la Catedral portando las cestas de la amistad, donde los asistentes depositaban flores y regalos, recuerdos que acompañarían a los fallecidos en su último adiós.

Delfin escribió:Enigma es la vida que se nos presenta ante nuestros ojos. Hoy es alegría por poder sentir la vida y al siguiente tristeza porque se fue lo que querías.

Hacía mucho que no pisaba una iglesia , desde que su querido amigo el vicario Pavesaurio dejó las tierras que ambos habitaban. Ella pensaba, que no necesitaba nigún recinto ni ningunas palabras que le acercaran hacia el único.

Entró acompañada por el muladí del brazo, el recinto estaba lleno y repleto de calor. Un calor que transmitía el cariño que se procesaba a la persona que en aquellos momentos más sentía aquella perdida.

Ella, recordaba su último encuentro. Que diferente una de otra, pero algo era igual lo que persistía ese sentimiento de proximidad y de amor.

Se acercó hacia la dama Lulú y estrechándole las manos , depositó un cálido beso en su mejilla, mientras la observó a los ojos, intentando transmitirle todo su cariño y apoyo, a veces las palabras no hacían falta.

Vió a Miperiki y su hija Vicky sentados cerca y extendió su mano para apretar la de ambos, mientras les ofrecía una cálida mirada.

Se retiró hacia uno de los bancos, y pensó en el pasado aquel que no hacía mucho había compartido con Pau y Lulú, ya que a su hijo no llegó conocer.

Neopirate escribió:El de Peñalver había entrado en la Iglesia junto a su querida Beth, quizás algo tarde para saludar a su vieja amiga Lulú, pues ya se encontraba casi lleno aquel lugar sagrado y debía estar la misa a punto de comenzar.

Prefirieron hacer acopio de prudencia y permanecer en las últimas filas contemplando la entereza de Lulú que fuerte, como había sido siempre, mantenía la entereza, aunque resignada ante aquella terrible pérdida. Buscó sus ojos que de vez en cuando recorrían el lugar, para transmitirle una lejana condolencia con la mirada y su apoyo que no hacía sino sumarse al de todos cuantos llenaban aquel templo en que Sarolea y el hijo de ambos decían definitivamente adiós al mundo para reunirse con Aristóteles arriba en el sol, que brillaría con más fuerza desde aquél día para iluminar la vida de Lulú Bathory.

Bethty escribió:Entro en el recinto sagrado del brazo de Neo, como siempre, habían salido tarde de casa y el lugar estaba repleto de gente; tanta, que aquello parecía más un teatro en día de estreno que una iglesia; se sentaron detras, puesto que por la hora, no parecía correcto ir dandose codazos con los ocupantes de los primeros bancos hasta encontrar un sitio mejor "situado".

Vió desde lejos a Lulú, que con gesto triste iba saludando a la gente que se acercaba hasta ella, y con mucho cariño, cuando ella giró la cabeza le lanzó una mirada de ánimo - cielo, nosotros nos acercamos mejor al final de la misa, verdad? - dijo a Neo en un susurro mientras terminaba de acomodarse en el banco.

Lotaingia escribió: Ya habia comenzado la misa, por lo cual, Lotaingia buscó a Mikaus en la iglesia e intentando parecer desapercibida para no interrumpir, se sentó a su lado con semblante triste, era una gran perdida, marido e hijo, un buen hombre y una criatura llena de inocencia que daba a luz la mirada de Lulu, algo que pocas personas pueden superar, buscando a Lulu con la mirada la vió con la mirada oscurecida por la pena, pero la conocia bien, era fuerte, sabia que podria superarlo, aunque solo el tiempo cura heridas tan sumamente profundas.

Miró a Mikaus con tristeza y esperó a que terminase la misa para poder acercarse a Lulu y estrecharla con fuerza, no debia ser nada facil para la Bathory pasar por estos momentos

Mikaus escribió:Mikaus notando que su esposa se sentaba junto a él alargó la mano y tomó la suya, estrechándosela. Y se inclinó hacia ella, susurrándole.

-¿Sabes, Lota? Cuando estuve en la boda de Pau y Lulu me sentí tratado magníficamente por ambos. Realmente les cogí aprecio y, además, de ese tipo de aprecio que el tiempo no consigue difuminar.

Y volvió la cara hacia delante.

Liliana2090 escribió:Lilyan entró en la Iglesia en silencio y se quedó al fondo de todo, no podia creerse la noticia que le habían dado hacía escasas horas: su amigo Pau, con el que tanto había trabajado en Catalunya y del que tanto había aprendido y su pequeño hijo, al que ni siquiera había podido llegar a conocer, habían muerto.

Lilyan buscó a la viuda con la mirada y la encontró en el primer banco del templo, sus miradas se encontraron unos segundos y Lilyan pudo comprobar la tristeza que inundaba los ojos de su hermosa amiga.

En ese momento recordó la boda de Lulu y Claramunt y las lágrimas empezaron a llenar sus ojos. Muchas cosas habían pasado entonces y muchas más habían pasado en los meses que habían pasado desde aquel momento. La estrecha relación que antiguamente mantenia con la pareja se había ido enfriando por culpa de un enfado, que ahora, a ojos de Lilyan, había sido una tonteria.

Se quedó en silencio observando a los muchos conocidos que había en la Iglesia. Esperaria hasta que acabara la ceremonia para poderle dar el pésame a Lulu.

Roger_de_gracia escribió:Malditos burros, gritaba el de Gràcia, ya dije que aunque más baratos no servían para tirar del carruaje... y todo esto para ir a juego con el escudo, jamás contratéis a un asesor. Exclamaba Roger, mientras que estaba en medio del camino, tirado y confiando en la buena voluntad de los burros para continuar con el camino. El conductor lamentaba el incidente, y se veía a venir lo peor.
Así fue, puesto que los burros no daban tregua y los pies del Arzobispo no podían andar más de diez metros seguidos. Apresuraros, Rafael, miles de pajes pagarían centenares de escudos para llevarme en brazos, y dad gracias que no os arreo como una mula perezosa!

El horizonte empezaba a tomar forma, aquellas pequeñas manchas marrones se transformaban en los tejados de las casas, en graneros, pequeños comercios, un cumulo de personas que iban arriba y abajo, y de entre todo ello, se alzaba con vehemencia el templo sagrado, la Catedral. Su cita allí era de obligado cumplimiento, aunque deseaba por encima de todo no tener que acudir. No por pereza o cansancio, sino porque el motivo de aquella cita no era de su agrado. Su amigo, Pau Claramunt, conocido también como Sarolea, había abandonado la débil tierra de los mortales para ir al lado de Dios Todopoderoso. El Altísimo lo había llamado a su lado, y por ende, lo quitó del de los demás mortales.
Su amistad se remontaba a la infanteza de Roger. Su padre, Guifré, fue un buen amigo de Claramunt, compartieron mucha vida juntos, como fieles amigos y verdaderos defensores de una misma tierra. Codo con codo luchaban por aquello que creían, con ímpetu, con constancia, con empeño. Ideales, firmes, imbatibles y claros. Una lucha humilde pero grande y hábil, una perseverancia peor que cualquier ejército por numeroso y fuerte que éste fuera.
Sarolea, pensaba el hijo de Guifré, consiguió aquello que muchos nunca conseguirán, y es que hasta el último día con vida su corazón estaba repleto de humildad, podía presumir aunque no lo hiciera con la cabeza bien alta y con una enorme satisfacción de haber creído en lo que defendía y de haber puesto ante todo y todos sus principios y dignidad. Muchos de los que condenaron y osaron juzgar su vida deberían de tomar ejemplo y salvar ahora que aún pueden su alma y limpiar su conciencia, antes de caer a las garras del castigo eterno al que se avecinan día tras día.

Abrió la puerta con sumo sigilio, llegaba tarde y era consciente de ello. El leve gemido que escupió la puerta alertó a los más cercanos a ella de la llegada de alguien, sin embargo, pasó inadvertida. El Arzobispo de Tarragona vio que numerosos eran los que se encontraban dentro de la Catedral, amigos, conocidos, saludados y por conocer se reunían allí, todos en motivo del entierro de un buen amigo y de una excelente persona.
Deslizó su capucha, empujándola con un suave arrastre, y se acercó hacia donde se hallaba Doña Lulu, sentada en un banco y rodeada de gente. Roger posó su mano encima del hombro de la viuda, y acercándose a sus oídos, le susurró unas palabras: 'Amor omnia vincit''. Claramunt siempre estará en nuestros corazones, no lo dudes amiga. Aquí me tenéis, para aquello en que os pueda ayudar...

Anzo escribió:Su hijo y su marido... Dios les había reclamado a su vera. Aunque poco conocía al padre y nada al vástago fue a su despedida, en ocasiones así quienes pierden a sus allegados necesitan del calor y cariño de la gente, y aunque no se considerara de los más cercanos a la familia, y poco ayudaba su condición a ello, tenía aprecio por la viuda.

Pero así es la vida, Su ley, la del Todopoderoso. Nada detiene a las Parcas, por doquier aguardan, "aequo pulsat pede", pensó amargamente. Permaneció en silencio en un pabellón lateral de la catedral, junto a Agustí, pronunciando para sí una letanía.

Tanys escribió:Un grupo de monjes de Vallbona asistía a la ceremonia con Tanys discretamente sentado entre ellos. El hermano Claramunt había gozado durante toda su vida de una gran respeto y consideración desde los lejanos tiempos en los que había sido alcalde de Urgel. A pesar de su abandono de la vida civil siempre había mantenido el contacto con él y su relación se había mantenido a pesar de sus continuos viajes. Probablemente por ello, Claramunt había escogido la abadía de Valbona para su retiro y allí habían podido retomar su relación hasta su muerte.

La sensación de perdida era muy intensa en esta ocasión. Le hubiera gustado poder hablar con la hermana Lulu y transmitirle su pésame pero la Iglesia estaba atestada de gente.

Decidió refugiarse en sus oraciones.

Libris escribió:Amen. Dijo Libris desde su lugar, tras las palabras de la Diaconisa.

Kalgalanos escribió:
Kalgalanos que no había podido asistir al funeral, mandó a enviar una misiva a Lulu Bathory.

Querida Lulu siento mucho tu perdida, siempre considere a tu esposo como un hombre de honor y tuvo el mayor de mis respetos, a tu hijo no tuve la oportunidad de conocerlo pero teniendo sangre Bathory y Claramunt debió de ser una persona extraordinaria, tengo la certeza de que el Misericordioso los acogera en el jardin de las delicias donde han encontrado la paz.

Lamento no poder asistir al funeral, como sabes mi paso hasta Valencia es complicado, nunca olvides que en Zaragoza tienes un amigo.

Kalgalanos de Peñalver

Lilith escribió:Para variar llegaba tarde, pero esta vez no era accidental. Sabía del funeral y del estado de su hermana, pero la quería demasiado para verla tan, destrozada. En el último momento se armó de valor.

Entró sigilosamente en la iglésia, y, tras sentarse en el banco de detrás de su hermana, le oprimió el brazo, como señal de que estaba allí para ella, para todo lo que necesitara. Una mirada apenada, pero a la vez llena de dulzura se encontró con el ataúd de su sobrino, el pequeño Itnas, mientras que no pudo hacer otra cosa que inclinar la cabeza en dirección al de su cuñado, Pau, eternamente agradecida por la felicidad que había otorgado a su hermana.

Lirdi escribió:Lirdi una vez más llegaba tarde, no tuvo oportunidad de ver a Lulu antes de que la ceremonia empiece así que, solo se sentó y presto atención, pudo ver que varios de sus amigos estaban allí, pero se quedo en su lugar en silencio. No había tenido oportunidad de conocer al pequeño pero si a Pau, un buen compañero.
Escucho las palabras de la diaconisa Avienda. Al finalizar, con unas lagrimas que recorrían su mejilla, Lirdi dijo:

-Amen-

Cuando la ceremonia hubo terminado, la dama busco a su amiga Lulu para darle un fuerte abrazo y su más sentido pésame por aquella situación. La dama sabía lo que era perder a la familia y lo mejor es tener a los seres queridos cerca brindándole su apoyo.

Groucha escribió:Grou conocía el sentimiento de desolación, de vacío por la pérdida de alguien. Sabía que después de un adiós, de un final, tan sólo quedaba el jugar con los recuerdos, unos recuerdos que perdían nitidez con el tiempo y se modificaban al antojo de su dueño. Y eso, precisamente eso, era la única parte que le gustaba, la libertad a la hora de pensar -cuándo y cómo quería- en la persona que ya no estaba a su lado. La libertad de decidir no olvidar nunca, de llorar, de reir…

Y así, de esa manera, Grou logró coger fuerzas para asistir al funeral, pensando en todo lo bueno que dejaban atrás las personas que se iban, pensando en que Itnas y Sarolea tendrían el privilegio de representar en el teatro de Lulu -el de sus sueños- un papel protagonista en la vida de sus recuerdos.

Annaluz escribió:Anna entró a la catedral, aun turbada por la noticia, no lo creía; Pau Claramunt e Itnas Claramunt habían fallecido.

La ceremonia ya había comenzado y Anna decide quedarse en la parte trasera y participar de lo seguía. Al adentrarse un poco para tomar un banco, vio a Lulu, esa la mujer que tanto la había ayudado cuando nació y de quien recibió tanto apoyo, ahora estaba llorosa, pálida y con una tristeza inmensa que se dejaba ver por sus ojos.

Anna no logró encontrar un banco desocupado y se quedó de pie pegada a la pared, en silencio observando y reconociendo a personas que tenía tanto tiempo sin ver; esperando a que la ceremonia terminara para acercarse a la viuda y darle el pésame.

Avienda escribió:Uno de los clérigos acercó las canastas de la amistad. Donde amigos y familiares habían depositado flores y recuerdos. Colocando la correspondiente cesta sobre el féretro de Sarolea ...

Sarolea, depositamos estos obsequios sobre tu ataúd, signo de nuestra amistad, signo de nuestra oración, signo de nuestro corazón.

Después, sintiéndose mareada ante el pequeño féretro, colocó también la cesta de la amistad sobre éste y repitió...

Itnas, depositamos estos obsequios sobre tu ataúd, signo de nuestra amistad, signo de nuestra oración, signo de nuestro corazón.

Hoy debemos recordar varias cosas:

La memoria de un Amigo aristotélico que acaba de dejarnos. De un hombre que tenía una historia, única, con Dios. Que fue rodeado de ternura por Dios. Que hizo, o no, experiencia de esta ternura.

Estamos aquí reunidos en este templo, alrededor de Sarolea e Itnas, para dar cuenta de este lazo de amor que siempre los unió a Dios, que une a Dios con cada uno de nosotros, en cualquier momento.

La muerte vendrá para cada uno de nosotros. Para unos temprano, para otros más tarde. Para unos en su juventud,- dijo mirando el pequeño ataud del niño- para otros en su vejez.

El Señor nos previene: "estate listo, siempre listo, porque no sabrás ni el día ni la hora ".

Aristóteles nos guió y Christos nos invita a tomar ejemplo de él, a encontrar nuestra alegría en vivir para otros.

Nuestra presencia aquí es oración. Invocamos a Aristóteles para que mida los pecados de nuestro hermano y que Christos interceda ante el Señor para que lo reciba en su Paraíso Solar.

Después de una breve pausa, inclinó la cabeza en señal de respeto y oró de nuevo en silencio. Abriendo los ojos fijó la mirada en la afligida viuda, afligida madre y con un gesto de las manos indicó

Podéis ir en Paz.

Miperiki escribió:A Miperiki se le había hecho el funeral eterno. Nunca le había gustado acudir a estos lugares, y mucho menos en el caso de un funeral. No hacía más que mirar la cara de Lulu, que era un poema.

Tras la finalización de la misa, Lulu tomó la palabra y agradeció que acudiesen todas aquellas personas y se quedó en el altar recibiendo las atenciones de los visitantes.

Miperiki se acercó con su hija Vicky y se colocó frente a Lulú. El verla así sin poder decir palabra, con las lagrimas cayendo por sus mejillas le rompía el alma. Tomo un pañuelo y secó con el sus lágrimas, que no paraban de brotar.

Cuando ya estaba un poco más calmada, iba a decirla algo... pero pensó que en ese momento más que palabras necesitaba un fuerte abrazo, y la abrazó con todas sus fuerzas. Lulú le devolvió el abrazo y puso su cabeza en su hombro. Las lagrimas volvieron y empaparon la camisa de Mipe, pero no podía moverse, sentía que necesitaba ayudarla pero no sabía como, y lo mejor que podía ofrecerla era ese hombro para desquitar sus lágrimas.

Cuando sintió que la fuerza de los brazos de Lulu era menor, se separó un poco y la dió un beso en la mejilla. El la susurró algo al oído y ella hizo una mueca que era lo más parecido que había a una sonrisa. Con eso Mipe se daba por contento aquel día. Esa fracción de segundo en que se vislumbraba una pequeña sonrisa... hizo que cambiasen las cosas.

Tras separarse de Lulú, Mipe se dirigió al feretro de Sarolea y poniendo una mano encima de el. En voz baja susurró

Hasta siempre viejo amigo. Cuidaré tu tesoro lo mejor que pueda como te prometí. Tu cuida de Itnas. Nos veremos más arriba, pero aún no.

Tras ese momento se dirigió al exterior de la iglesia para avisar a Sancho de que el funeral había finalizado y en cuanto saliesen todos, sacar los féretros de la Iglesia y enterrarlos en el campo santo valenciano.

--sancho escribió:Sancho llevaba un rato esperando a las afueras.

En ese momento llegó un caballero y le solicitó que una vez que todos los visitantes abandonasen el templo, procediese a la recogida de los féretros.

Tras esperar unos minutos, el templo apareció vacío. Apenas quedaba la viuda que estaba acompañada por dos damas. A una la conocía, era la dama Vicky, mientras que la otra era desconocida para él pero tenía un parecido familiar a la viuda.

Antes de proceder su trabajo, Sancho se dirigió a la dama

Mi señora, la acompaño en el sentimiento de estas dos pérdidas. Espero me perdone... pero debo proceder a retirar los féretros.

La dama se acercó a los dos féretros y rompió a llorar de nuevo. Empezaron por el pequeño Itnas. Con la ayuda de tres amigos del caballero que contrató sus servicios, procedieron a cargar con su féretro. Las dos damas la abrazaron y permitieron que se separase del féretro para que lo llevasen al carromato. Más costosa fue la labor con el segundo féretro para todos. A las damas les fué mas difícil arrastrar a la viuda del féretro de su esposo.

Una vez que cargaron a los dos féretros en el carromato, subió a el y se dirigieron al camposanto que estaba a poca distancia del lugar. Siguiendo al carromato, en primer lugar se encontraba la viuda, acompañada de las dos damas, y siguiéndoles, el resto de personas que componían el sepelio.

Una vez que llegaron al camposanto, se dirigieron al lugar donde los dos serían enterrados. Los dos lugares donde yacerían eternamente padre e hijo estaban ya preparados.

Volvoreta escribió:Tarde había llegado a sus oidos el anuncio de la muerte de su amigo Pau y de su hijo, e inmediatamente se puso en camino, sentía que debía dar su último adiós al gran amigo y un abrazo a Lulú, sobre todo por la perdida de su hijo

Llegado a Valencia se dirigió directamente al camposanto ya que la ceremonia religiosa había finalizado, y se quedo a un lado esperando el momento de poder abrazar a su amiga Lulú

Mr_mk escribió:Mk acababa de volver de su retiro, cuando se enteró del funeral de Claramunt e Itnas. Llegó tarde y por sorpresa. El ritual había ya terminado. Se acercó a Lulu y le dio un fuerte abrazo.

Te acompaño en el sentimiento

Saludó discretamente a sus amigos y conocidos y se acercó a Goswi