Sospechas

**Lulu Bathory** Jue Mayo 14, 2009 10:10 pm

Pidió que le prepararan el baño muy temprano por la mañana. Ella siempre madrugaba, estaba acostumbrada, no era capaz de permanecer ociosa en la cama desde que los rayos del sol tocaban con su preciada calidez la fértil tierra leridana. Pero esa mañana no se sentía como siempre.

La noche anterior había coincidido por primera vez en semanas con Pau en el comedor. Nada más verle se le iluminó el rostro pero a él no. En vano esperó que la acompañara a la mesa y la besara como hacía meses en cuanto la veía. En vez de ello, le dedicó una sonrisa forzada, sin siquiera acercarse a ella, nada que ver con la preciosa sonrisa que logró enamorar a la dama Bathory. La comida terminó por hacérsele una bola en la boca del estómago. No pudo terminar su plato y se retiró a dormir con un gran nudo en la garganta.

Recordando estos detalles salió del agua y se enrrolló en una gruesa tela para secarse lo mejor posible. Al pasar delante del espejo se detuvo y se quedó mirando su reflejo como si fuera una desconocida la que allí veía.

- ¿Qué es lo que pasa Lulu? ¿Qué estás haciendo mal con él? - Pensó.

Dejó deslizar la tela que la cubría y contempló lentamente todo su cuerpo . Había recuperado la figura completamente desde el parto. Volvía a ser la mujer trabajadora y fuerte que había conquistado el corazón del entonces férreo menestral. Acarició por un momento su liso vientre y recordó cuando ambos deseaban que la descendencia no quedara sencillamente en el primogénito, el dulce Itnas.

- Deja de pensar en esas cosas ahora Lulu. Es un nuevo día, no es bueno que lo comiences con recelo y amargura. - Se dijo en voz alta mientras comenzaba a vestirse.

En cuanto estuvo lista, bajó las escaleras y se dirigió al comedor a desayunar, sóla, pues su hijo aún dormía.

**Lulu Bathory** Jue Mayo 14, 2009 10:14 pm

Erzsbeth escribió:Aún no había amanecido cuando se hartó de dar vueltas en la cama. Se giró y contempló por un momento la expresión apacible del rostro de Calem. Siguió el arco de sus cejas con la yema de los dedos y, apenas rozándolo, besó sus labios. Le esperaba una dura jornada de trabajo y no quería despertarle antes de tiempo.

Olya aún no se había levantado. Decidió prepararse el baño ella misma mientras pensaba que pocos meses antes la habría despertado de una patada en la puerta.

Tras el baño, tomó a pequeños sorbos un fuerte té ¡estaba tan aburrida! Y era demasiado temprano para hacer cualquier cosa. - ¡Ya sé! - se dijo mientras se daba una palmada en la frente - Lulú estará levantada, es la persona más madrugadora que conozco.

Pidió a Lyosha que ensillara su caballo, no quería siquiera esperar por el carruaje y en pocos instantes se encontró delante de la puerta de la casa Claramunt - Bathory.

- La señora está desayunando - le dijo la doncella mientras la acompañaba hacia el comedor.

Erzs entró como una tromba y abrazó a su prima. Al hacerlo se dio cuenta de que estaba más delgada. Unos oscuros círculos bajo los ojos acentuaban la palidez de su rostro. Decidió tratar de distraerla con un poco de parloteo intrascendente.

- Querida, acabamos de llegar de Urgel, no te imaginas que extraña boda hemos presenciado, con parto incluído ¿qué tal está todo por aquí?

Por suerte, su prima Erzsbeth decidió visitarla esa mañana muy temprano. Era la distracción que necesitaba, por lo menos con ella tenía la risa garantizada.

- ¿Te refieres a la boda de Xurri di Valiant y Titoroch de Peñalver? Al final no pude asistir, bueno, no es que no pudiera, es que... No tenía ganas de un viaje tan largo.. Pero cuéntame, sé que Xurri estaba embarazada. ¿Es que parió contrayendo sagrado matrimonio? - Preguntó con falso interés, así no tendría que dar respuesta a la última pregunta de su prima.

**Lulu Bathory** Jue Mayo 14, 2009 10:19 pm

Erzsbeth escribió:Entrecerró los ojos ante la respuesta de su prima y creyó leer en los suyos un "por favor... no preguntes".

Se dedicó a relatarle lo sucedido en Urgel de forma exagerada, como si poco grotesco hubiera sido lo acontecido, imitando las voces de los asistentes, intercalando algún comentario malicioso y casi se subió a la mesa al llegar a la parte en la que Lobo se colgaba del botafumeiro.
Sólo obtuvo alguna sonrisa distraída. La mirada de la hermosa Lulu parecía ir a posarse de cuando en cuando en las escaleras que conducían al piso de arriba sin que su dueña pudiera evitarlo.

Lulu no es mujer que se preocupe por tonterias, pensaba. ¿Tendría que ver el ánimo de su prima con la extraña sensación de que algo terrible iba a pasar que la acompañaba últimamente? Deshechó la idea al momento y se prometió a sí misma dejar de visitar la cabaña de la extraña gitana que vivía en el bosque.

- Pero bueno, prima ¿puedo probar algo de este fantástico desayuno? ya sabes el apetito que tenemos en la familia - dijo riendo, mientras trataba de mostrar algún interés por las suculentas viandas que había en la mesa. La verdad es que últimamente ni su apetito ni su sueño hacían honor a los Bathory.

Con cada exagerado testimonio de Erzsbeth respecto a la boda de sus amigos de Urgell, Lulu intentaba esbozar una sonrisa. Lo intentaba con ahínco, no quería preocupar a su prima, pero no lo conseguía. Notaba que Erz entornaba los ojos mientras hablaba y escrutaba en los suyos. Cada vez que hacía aquello, Lulu fingía tomar un sorbo de su tazón de leche caliente.

- Sí mujer. ¡María por favor, tráigale el desayuno a la invitada!

Leche caliente y pan recién horneado con queso de leche de oveja fresco. Ese era el menú de aquella mañana en la residencia Claramunt y Bathory. En cuanto vió que su prima comenzaba a beber de su tazón, se quedó un rato mirando hacia la escalera.

- No baja aún, no oigo sus pisadas arriba. ¿Estará dormido o le pasará como a mí, que no duermo como debería desde hace mucho? - Pensó.

Volvió la vista hacia el frente y se encontró con la mirada escrutadora de Erz, le devolvió la sonrisa, pero fue igual de fingida que las anteriores.

- ¿No tienes hambre ya Erz? - preguntó al ver que no había tocado el pan con queso, exactamente igual que ella.

Al parecer el apetito de los Bathory ya no era lo que solía ser.

- ¿Estará preocupada por algo o he terminado por preocuparla yo? - Pensó a sabiendas de que su forma de disimular no funcionaba con los Bathory.

**Lulu Bathory** Jue Mayo 14, 2009 10:23 pm

Erzsbeth escribió:La joven estaba un poco abstraída pensando en qué tendría así a su querida prima. No pudo evitar apreciar un punto casi cómico en la situación: ambas disimulaban y ambas sabían que la otra lo sabía y aún así ninguna de las dos parecía tener la intención de dejar de hacerlo por el momento.

La suave voz de Lulu la sacó de su ensimismamiento:

- ¿No tienes hambre ya Erz? -

- Oh.. vaya, por supuesto, sólo estaba un poco distraída - respondió mientras mordisqueaba la rebanada de pan con queso. - Este queso es delicioso, es de tus ovejas ¿verdad? -

De algún modo sentía que esa charla cotidiana y banal las mantenía en cierto modo a salvo. No podía dejar de aferrarse a ello, como si de ese modo pudieran mantener alejadas las inquietudes igual que el fuego ahuyenta a las fieras. Como si así fueran menos tangibles las preocupaciones.

Mientras bebía un sorbo de leche decidió que de momento no le hablaría a Lulu del retiro espiritual que tenía en mente. De hecho, tal vez debiera posponerlo, no tenía intención de dejar a su prima por el momento.

- ¿El pequeño Itnas aún duerme? - preguntó con cautela.

- Así es Erz, pero no tardará mucho en bajar las escaleras corriendo. Está muy entusiasmado con las lecciones que le doy cada mañana de lectura y dicción. Aunque nuestra familia ya no tenga nada de la Nobleza que ostentaba, hay buenas costumbres que es mejor no dejar perder.

Trás el comentario, comenzó a recordar sin proponérselo, la historia de sus padres. Por lo menos, la parte de la historia que le habían dejado saber.

Al parecer su madre había sido recompensada con un titulo nobiliario trás los servicios prestados a los entonces reyes de Hungría, en una de las interminables guerras que se sucedían en aquellas indómitas tierras. Según le contaron los que habian llegado a conocerla mejor que ella, había sido una mujer de armas tomar, impetuosa y con agallas pero amante de la palabra escrita, las obras de arte y las buenas maneras. Incluso el pueblo que le rendía pleitesía la admiraba.

Terminó enamorándose locamente de su padre y aparentemente fue él, el culpable de la caída en desgracia de los nobles frente a sus vasallos. Para Lulu era un auténtico misterio la razón por la que terminaron huyendo de su tierra con lo puesto. pero así fue. Solo tenía claro que hubo una increíble rebelión contra ellos por parte de los mismos que años antes, estaban dispuestos a dar la vida por su madre con gusto.

Trás muchas vueltas y miserias terminaron en Tarragona, donde pocos meses después nacía la mayor de los hermanos Bathory.

Ensimismada, olvidó por completo que no estaba sóla y para cuando sus ojos reaccionaron y miraron al frente, chocaron con los de su prima que también miraba, en el más absoluto silencio, hacia el vacío.

**Lulu Bathory** Jue Mayo 14, 2009 10:28 pm

Sårolea escribió:Pau Claramunt habia despertado hace ya cierto tiempo, pero no lograba levantarse de la cama, el mismo dilema le pesaba una y otra vez por la cabeza.

A su cuarto le llegaban algunos ruidos de actividas en el piso inferior, pero no les dió mucha importancia.

Debería, a un momento dado, hablarle a su esposa... es que la decisión que debia tomar era ya en sí sumamente compleja, pero además tendría consecuencias para siempre sobre su familia, sobre Lulu, y su hijo Itnas.

Itnas...

A Pau le vinieron unas inmensas ganas de ver a su hijo, de estrecharlo contra si...
Eso le decidió a vestirse, y bajar a ver a su hijo.
Y también desayunar algo, mas que nada para mantener el cuerpo alimentado y en buen estado; sería necesario.

Erzsbeth escribió: - Así es Erz, pero no tardará mucho en bajar las escaleras corriendo. Está muy entusiasmado con las lecciones que le doy cada mañana de lectura y dicción. Aunque nuestra familia ya no tenga nada de la Nobleza que ostentaba, hay buenas costumbres que es mejor no dejar perder.

No pudo por menos que sonreír al ver cómo se iluminaban los ojos de Lulu al hablar de su pequeño. Por un momento había temido que el niño estuviera aquejado de algún problema de salud y fuera eso lo que turbaba a la joven madre. Estaba claro que la preocupación de Lulu no guardaba relación con Itnas.

Una de las palabras de su prima se quedó trabada en su pensamiento: Nobleza. Que extraños eran en ocasiones los giros del destino. No pudo evitar recordar a su padre, la huída desde Hungría a Francia tras el alzamiento de los campesinos. La tristeza que desde entonces siempre acompañó al Barón... él nunca había llegado a acostumbrarse a la vida sencilla que ahora se veía obligado a llevar.
Tal pareciera que la familia Bathory hubiera caído presa de una maldición.

Mientras estos pensamientos pasaban a toda velocidad por su mente, un movimiento llamó su atención, parecía haber alguien parado en lo alto de la escalera.
Estaba a punto de saludarlo a viva voz cuando algo la detuvo ¿era realmente Pau esa figura? Su estatura y su porte no dejaban lugar a dudas, pero algo en él le resultaba extraño, parecía como si de pronto cargara el peso del mundo sobre sus hombros.

No supo reaccionar, no quería resultar indiscreta o inoportuna, así que se limitó a bajar los ojos a su tazón de leche, fingiendo que bebía y deseando que, o bien Pau se acercara o Lulu se percatara de su presencia. Se sentía como una extraña, como alguien que por accidente presencia un drama y no sabe a ciencia cierta qué hacer.

No pudo evitar recordar lo alegres que solían ser los desayunos en la casa Claramunt i Bathory; hoy, en cambio, era como si una sombra opresora se hubiera cernido sobre la casa y sus habitantes.

**Lulu Bathory** Jue Mayo 14, 2009 10:38 pm

La sacó de sus pensamientos una sombra que bajaba sin prisas la escalera. En cuanto estuvo a la misma altura que las damas, le miró directamente a los ojos sin decir nada.

- Me alegro de verte - Fue el mensaje que le mandó con una sonrisa. La primera cosa sincera que había hecho en lo que llevaba de día.

- ¡María por favor, otro desayuno! - Se hizo oir para romper el gélido hielo que estaba rodeando el encuentro.

Itnas escribió: Itnas dormia en su cama cuando lo rayos del sol pasaron por la ventana dandole en el rostro haciendo que despertara de sus sueños infantiles.
Abrio poco a poco los ojos algo molesto por que los rayos del sol le dieran en la cara despertandolo de sus dulces sueños:
-¿Por que mi mama no cerro la vetana por la noche?- penso pensando en su madre que ultimamente la habia visto algo apenada.
Al pensar en su madre se le vino a la cabeza de repente que hoy volverian a tener clase de lectura y aun que no fuera muy bueno leyendo le gustaba compartir esos momentos con su madre en los cual se esforzaba para que ella estubiera orgullosa de el.
Se quito las sabanas y salio corriendo de la habitacion al piso de abajo donde seguramente su madre ya lo esperaba con los libros.
Bajo corriendo las escaleras corriendo casi a punto de caerse y se encontro con su padre su madre y su prima lejana erz en el comedor desayunando y con unas miradas y un ambiente muy raro, pero eso no paro al niño que irradiaba de alegria, como siempre:
-!Hola papa¡ !Hola mama¡ !Hola prima Erz¡- dijo con una amplia sonrisa en su rostro y un brillo infantil en sus ojos.
Le dio besos a su prima lejana a su madre y corrio a darle un fuerte abrazo a su padre.
Su padre lo lenvanto en brazos y lo abrazo contra su pecho, itnas noto que su padre estaba muy triste
Cuando su padre lo bajo y lo volvio a dejar en el suelo, se quedo esperando que pasaba, ya que se sentia en medio de una guerra de mayores.

--Maria_de_Lourdes escribió:Había estado fisgando desde la cocina disimuladamente el devenir de los acontecimientos. Conocía muy bien a Lulu, tantos años trabajando juntas sirviéndoles a otros, le habían dado el privilegio de conocerla exactamente como era. Sabía que estaba inquieta y preocupada, casi no comía y dormía bastante mal, sus ojeras mañaneras la delataban.

Esa mañana la vió diferente, igual de disgustada pero había algo diferente. No había despertado a su hijo para darle las lecciones temprano y salir luego a abrir su tienda de ropa. En lugar de ello, era como si esperara algo. Al ver a Pau aparecer y la sonrisa de su amiga, entendió todo, estaba esperando por él.

En cuanto escuchó que le pedían otro desayuno, no perdió el tiempo y buscó papel y tinta. Minutos después, irrumpía en silencio en el comedor.

- Buenos Días señor Claramunt. - Saludó mientras dejaba el plato frente a él con el tazón de humeante leche. - Dama Erzbeth, han traído esto para usted. - Entrgó un papel doblado a la prima de Lulu y se retiró discretamente.

Justo cuando llegaba a la cocina, escuchó unas pisadas y la voz de Itnas. El pequeño había despertado.

Erzsbeth escribió:- ¡¡Itnas!! - Achuchó al pequeño, que llegaba como un soplo de aire fresco y cubrió su cabecita de besos.

Mientras sonreía al ver al niño lanzarse a los brazos de su padre, la doncella de su prima le entregó un pequeño papel.

Se puso completamente pálida al leerlo. Se levantó aferrando fuertemente la nota con los nudillos blancos, besó las mejillas de Lulu y Pau y masculló unas palabras de disculpa

- Creo que... bueno, debo irme ya.

Revolvió el pelo de Itnas tratando de aparentar normalidad y a toda prisa recogió su capa y salió de la casa como una exhalación mientras pensaba que las desgracias no suelen llegar solas.

Sårolea escribió:Pau Claramunt bajó las escaleras, y se encontró con su esposa y la prima de ella en el comedor.
Erzsbeth intentaba ser discreta y mirar su taza; ella era muy amable, y Pau la apreciaba, pero no podia impedirse, al verla, pensar en su tocalla, Erzsebet, la extrañaba desde su muerte.
Y esos pensamientos le llevaron hacia otras mujeres muertas... rubias... pelirroja...

Cuando Lulu le saludó, con un "me alegro de verte" sincero, Pau estaba agradecido de ello, pero los pensamientos que le trotaban por la cabeza, pensamientos con olor a azufre, trastornaban su humor, y su rostro; y es con una sonrisa entristecida que respondió:

- Buenos días, gracias.

No es que no quisiese más a su esposa, la seguia queriendo, y mucho; es que... es que el amor es complicado a veces, y el corazón es como un corcel salvaje, que no acepta riendas.
Todo seria mucho más sencillo si uno pudiera decidir a quien amar. O si se pudiese amar libremente, sin tener que respectar reglas, sociales, politicas, religiosas...
Se preguntó por un instante si los averroistas lo tenian más fácil o no.

- Buenos dias Maria, gracias. dijo, mecanicamente, cuando le trayeron el desayuno.
Y dandose cuenta de la falta de esducación de la que hacia gala, saludó también a su prima: buenos días prima

En eso llegó, con la frescura de su juventud, Itnas, y, por primera vez desde que Pau bajó las escaleras, su rostro de volvió más alegra.
- Buenos días hijo, ven aquí con tu padre!
con él era más sencillo todo, era un niño.
Además, temia no verle lo suficiente; es algo que le preocupaba mientras estuvo, aunque por pocos dias, en prisión; y si le condenaban a una larga pena y solo volviese a ver Itnas ya crecido?
Eso a veces ocurre, y puede ser muy doloroso; recordó al fallecido conde de Urgell, en Jehan, quien fuese su amigo; y lo mal que vivió su hijo el estar lejos de él durante varios años...
que extraño destino el que unia a Pau Claramunt con la familia Urgell-Volpilhat; y pensando en ello, de nuevo, sintió un peso enorme sobre sus espaldas.

Fué el pequeño Itnas quien le alivió la carga, hablandole, diciendole que queria pasear un poco; sí, eso haría, un pequeño paseo con su hijo.
Así además evitaba tener que enfrentar la mirada de su esposa, y darle explicaciones; explicaciones que el propio Pau aún no tenía muy claras...

Así que se dirigió con Itnas hacia afuera, al mismo tiempo que oia a Erzsbeth decir que debia marcharse.

**Lulu Bathory** Jue Mayo 14, 2009 10:40 pm

La sonrisa que respondió a su saludo iba cargada de tristeza. Le miraba bien, de arriba a abajo, era el mismo pero a la vez no lo era. Algo había cambiado en él, pero no podía asegurar exactamente a partir de qué momento cambió.

- ¡Por qué rehuyes mi mirada? ¿Qué es lo que pasa? - Pensó mientras observaba con detenimiento cada detalle de su lenguaje corporal.

Así, le vió irse sin tocar su desayuno en cuanto Itnas propuso un paseo. Ni siquiera la miró para ver si le parecía bien. Era como si estuviera huyendo de ella.

- Hasta la próxima querida prima. Cuídate mucho. - Despidió a Erz en la puerta en cuanto anunció que se retiraba.

No demasiado lejos alcanzó a divisar las espaldas de sus chicos preferidos, parecía que charlaban animados. Sonrió al ver la escena, pero la sonrisa desapareció por completo al cerrar la puerta. Se recostó contra ella, sin saber qué hacer. Paseó la mirada por la casa y se detuvo en la escalera. Instantes después, sus apresuradas pisadas hacían retumbar los escalones.

--Maria_de_Lourdes escribió:María quedó anonadada ante el proceder de Pau. Sabía que no era de buena educación fisgar y escuchar a escondidas, pero nunca le importó demasiado el qué diran.

- ¿Pero qué pasa con este hombre? ¿No se da cuenta de la mujer que tiene a su lado, de lo que vale, de lo afortunado qué es? Conozco a unos cuantos en este pueblo que aún suspiran por una simple sonrisa de la Bathory y él... ¡Hombres! No les entenderé nunca, por eso moriré soltera. - Pensaba con indignación mientras recogía los platos de la mesa tal y como los había servido.

Un ruido de pisadas la sacó de sus divagaciones. Se asomó al pié de la escalera y logró ver el final del vestido de Lulu desaparecer en el último escalón.

- ¡En qué andará este hombre! ¡Si por lo menos diera la cara y le hablara claro...! ¡Cómo suba y la escuche llorar... te juro que...! ¡Desgraciado! - Murmuró cuidando el volúmen de su voz. Si Lulu la escuchara hablando así de él, tendría que enfrentarse a los enfados de su amiga y a eso no estaba dispuesta

**Lulu Bathory** Jue Mayo 14, 2009 10:41 pm

La habitación estaba completamente ordenada, no parecían los aposentos de un hombre. Tendría que memorizar dónde estaba cada cosa para no delatar su intrusismo. Estaba muy nerviosa, no le gustaba espiarle.

Sin saber por dónde empezar caminó lentamente hasta la mitad de la habitación. Comenzó a girar sobre sí misma deteniéndose a observar cada recodo, cada objeto, cada mueble. No tuvo que buscar mucho. Contrastaba con tanto orden un lío de papeles sobre el escritorio. Parecía que los había estado leyendo hacía poco. El primero que estaba a la vista tenía la tinta algo gastada. Lo tomó entre sus dedos, e intentando controlar los acelerados latidos de su corazón, comenzó a leer.

La caligrafía era cuidada y de trazos limpios, la había escrito alguien acostumbrado a ello. Terminó de leerla y tuvo que girar el papel para ver si podía reconocer el sello lacrado que antaño la había mantenido a salvo de miradas indiscretas como la suya.

- ¡Doña Marguerite de Volpilhat! ¡La hermana del mismísimo Reginhart, nuestro último rey! ¡Hijos de Don Jehan y Doña Elisa de Volpilhat, Condes de Urgell! - Comentó asombrada en voz baja, no quería que nadie supiera de su presencia allí. - No sabía que le escribiera...

Recordaba a aquella delicada dama de largos cabellos del color del fuego. Tuvo el placer de conocerla personalmente en el enlace en Castellón de la Baronesa de Gurrea, Doña Volvoreta de Valmont y Baskerville con Don Alexander de Berasategui i Valls, hijo de los Duques de Segorbe. Le vino a la memoria la brusca irrupción de Pau ante la bella pelirroja, para lograr presentarle a Lulu. Al final lo consiguió y las damas pudieron cruzar unas palabras. Para la Bathory fue todo un honor el poder conocerla y mirarla directamente a sus cristalinos y enigmáticos ojos azules.

La carta escrita de su puño y letra era más bien de agradecimiento hacia Pau Claramunt. Aún se defendía bastante con el francés, así que pudo entenderlo todo. Le agradecía el haberla invitado al enlace de ambos con el detalle de no lacrar la carta con el color rojo. No sabía porqué, pero le tenía aversión a aquel color. De hecho, en la boda, el rojo brillaba por su ausencia. Nada de la decoración de la iglesia ni del mismísimo castillo del feudo de Volpilhat, donde se celebró el banquete por cortesía de Marguerite, tuvo nada de aquel terrible color.

Siguió leyendo un poco más, agradecía la manera en que siempre le hacia llegar noticias de su hermano y cuidaba de él y el detalle de haberle dado noticias de su padre personalmente.

- Personalmente... ¿Cuando ocurrió esto? - Miró al pié del papel para ver la fecha, estaba emborronado. Aquella carta había sido leída muchas veces, quizás demasiadas.

Sospechaba que habría sido justo cuando Pau rompió de improviso el compromiso con ella y estuvo un par de meses sin verle y sin saber nada de él. Bueno, más bien, esperaba que fuera por esas fechas.

--Maria_de_lourdes escribió:De puntillas había subido toda la escalera, casi perdió el equilibrio en el último escalón pero logró recuperarlo. Respiró aliviada, los años comenzaban a pasar factura.Siguió de puntillas por el largo pasillo que llevaba a las puertas de cada una de las habitaciones. Se detuvo justo trás la puerta cerrada de la que era la habitación de Lulu desde hacía unos meses: la del final del pasillo. Apoyó la mejilla derecha en la madera y guardó silencio.

Ya regresando algo la hizo detenerse. Repitió el mismo gesto en la puerta más cercana a las escaleras: los aposentos de Pau. Instantes después bajaba los peldaños casi sin tocarlos, con el corazón acelerado.

- ¡Que el Altísimo nos asista! ¡Como vuelva Claramunt y la encuentre...! ¡Ay angelito Gabriel! ¿Qué hago? - Se quejaba muy bajito mientras desaparecía en la cocina.

**Lulu Bathory** Jue Mayo 14, 2009 10:43 pm

Pasó a la siguiente carta, parecía haber sido escrita con mucha prisa sobre un carruaje en marcha. La letra era pésima, el papel de mala calidad y no había sido sellada. Era una especie de informe o reporte sobre el paradero y condición de una dama de nombre Angëlyss.

- Angëlyss, Angëlyss... ¿De qué me suena este nombre? - Siguió leyendo intentando aclarar su memoria.

La carta del que parecía ser un informante o espía; confirmaba que era la misma dama que Pau había conocido en Pontarlier, Franche Comté, antes de mudarse a Cataluña. La desripción facilitada coincidía; era rubia, de cabello largo y algo rizado y con un marcado acento alemán. Explicaba que había logrado escapar de sus perseguidores y que la mantenían a salvo como Pau había ordenado. La habían localizado cerca de la frontera Italiana, herida y en avanzado estado de buena esperanza.

- ¡Embarazada! jum... Interesante.

Continuó devorando con los ojos lo escrito en aquella carta, mientras su pierna izquierda comenzaba a taconear en el suelo por su cuenta. Se detuvo a mirar la fecha, databa de fín de Julio de 1456.

--Dalila. escribió:Arrodillada sobre una tela vieja frotaba con otra la madera del suelo; cuando un contínuo retumbar de golpecitos rápidos la hizo mirar extrañada hacia el techo.

- María, hay alguien en la habitación de Claramunt, escucha. - Le dijo asombrada a María que sacaba brillo a la cubertería.

- Sí Dalila lo sé. Tengo que ir a comprar las cosas para el almuerzo. Si Pau regresara antes de que Lulu baje por esas escaleras; ni se te ocurra dejarle subir a sus aposentos. ¿Queda claro?

- Sí mujer pero... ¿Por qué? ¿Con qué excusa le detengo?

- ¡Ay Dalila! ¡Hay que dártelo todo másticado eh! No puedo explicártelo ahora pero piensa un poco y algo entenderás. La excusa tendrás que idearla. Hasta luego. - Se despidió mientras salía por la puerta.

Dalila siguió arrodillada, pero ya no le preocupaba cómo quedaría la madera. No paraba de buscar una excusa creíble y lógica que darle a Pau para que se quedara en la planta baja de la casa.

**Lulu Bathory** Jue Mayo 14, 2009 10:45 pm

La siguiente carta era del mismo remitente que la anterior, pero muy escueta. Informaba que había recibido respuesta de la misiva que entregó a la dama de parte de Claramunt. Y para asombro de Lulu, allí estaba, una carta de puño y letra de la misteriosa rubia llamada Angëlyss. Estaba completamente en francés pero no era un problema para ella. Simplemente tragó saliva e intentó prepararse para lo que le dejarían saber aquellas líneas.

Cher Sårolea,

Les souvenirs divaguent doucement dans ma tête,tandis que je m'absente et semble sentir dans mes bras le contact d'Estébän dans le creux de mes bras.C'était le temps où je ne savais même pas que le fils jumeux de mon garçon était en vie,un temps bien lointain de celui-ci.Les rires,les sourires et les babillent d'un fils promit à un merveilleux avenir si sa mère n'avait pas été aussi indigne.

L'argent était fort omniprésente...

J'avais un fils,peut de temps on m'annonçait que Kaled,le frère d'Estébän était en vie et j'étais fort dépaysée,la suisse dans mon esprit était bien loin malgré mon envie de route.Maintenant,j'ai parcouru bien plus que la suisse...

Mes souvenirs s'arrête a Pontarlier,une grimace au visage.Pas que j'ai détesté cette ville,seulement la Franche Comtée fut et restera un lointain souvenir que je tente desespesresment d'oublier.Votre nom,je n'y arrive pas y accroché un visage,un souvenir fixe,veuillez m'en excusez.Peut-être mon facheux accident de cheval qui en est la raison.

La colloboration que vous prester au Languedoc dans la traque des bandits qui ont pris le château...J'étais bien dans la liste,en tant que juge.Beaucoup on été fort surpris de m'y voir,certain refuse même de me parler.Mon coeur n'appartient plus à ce monde,j'ai fait mon choix qu'il soit bon ou mauvais,mais mes enfants,qui ont maintenant quatres ans ne sont nullement entrainés dans mes bêtises.L'enfant que je porte en ce moment même,je vais même lui trouvée une famille potentielle pour qu'ils puissent l'élevé avec toute la bonne foi qu'ils auront et l'amour que ne pourrait donné à cet enfant.

Il a des fâcheux évènements qui arrivent dans la vie.Se sont les hommes biens qui ont tué ma mère.Se sont les hommes bien qui ne trouvent rien pour guérir Kaled,se sont les hommes biens qui nous volent l'argent de nos dures labeurs.Ceux qu'on doit appellé noble...

J'aurais aimé recevoir cette lettre pour une autre raison.Pouvoir de nouveau affiché un visage à vostre nom,mais hélas ma mémoire semble se jouer de moi.La folie de la cavale qui sait.Il a de ses contrés qui veulent nous tenir en geôles et acheter nos pierres,nos fers et nous faire payés une amende.À ce jours,loin du languedoc la corde semble bien loin.Je payerais ma dette,mais ça ne sera point la fin.J'ai des convictions,une autre vie a affronter,et c'est le sombre avenir brigand que j'ai choisit.

Sachez par exemple que je reste une personne de confiance et de loin une personne avec des valeurs.On m'a garder comme conseillière à l'animation dans ma ville,je pille peut-etre un château,mais reste que je soutiens toujours ma ville et offre mon temps à celle-ci jusqu'a ce temps s'épuise.Dame Marguerite de Volpihat.Oui,vague souvenir avec toute l'alcool ingurgité en cette journée.Elle à sûrement de forts bon argument contre moi celle-là...Je m'en vois donc désolé de devoir vous causé tant déchirement là n'était sans doute pas mon but.

Le languedoc était un fâcheux duché qui a mis a mort plusieurs compères,à mal jouer son pouvoir et dépensé sa puissance a cracher par moment sur les gens même s'ils étaient de bonne ou mauvaise fois.Ce ne sont peut-etre que ses souvenirs,mais restent que...On nous a offert une brêche,la possibilité de finir nos beaux jours riches et fiers...et pour ma part d'entamer une vie particulièrement différante me laissant enfin libre d'être,peut-etre,ce que je suis réellement.J'ai appris dernièrement qui étais mon géniteur,...

Si vous saviez ce qui coule dans mon sang,...

Cette lettre je l'écris sur le bord d'un arbre avec tout près mon cheval Farbig,j'y attend quelques compagnons avant de continuer ma route.Une amie viendra bientôt me rejoindre avec mes fils,et dans pas plus de quatres mois un nouvel enfant verra le jour,sans connaître sa mère n'y son père...Peut-etre la seul chose que vous pourriez faire c'est d'accepter le don de mon propre sang en donnant à mon prochain enfant tout ce qu'il peut avoir de besoin...

En espérant que l'avenir soit propice à vos souhaits,
La blonde des routes,

Angëlyss

Écrit sur les routes de France,
le 7 d'aoust 1456

Que cette larme fasse fit de sceau...

Querido Sårolea,

Los recuerdos vagan dulcemente por mi cabeza mientras que me ausento y me parece sentir entre mis brazos el contacto de Esteban en el hueco de mis brazos. Era el tiempo en que yo no sabía ni siquiera que los hijos gemelos de mi chico estaban vivos, hace mucho tiempo. Las risas, las sonrisas y los balbuceos de un hijo prometían tener un maravilloso futuro si su madre no hubiera sido tan indigna.

El dinero estaba fuertemente omnipresente ...

Yo tenía un hijo, al poco tiempo me anunciaron que Kaled, el hermano de Esteban estaba vivo y yo estaba enormemente desorientada, Suiza en mi espíritu estaba muy lejos a pesar de mis ganas de camino. Ahora, he recorrido mucho más que Suiza ...

Mis recuerdos se detienen en Pontarlier, una mueca en el rostro. No porque deteste esta villa, simplemente la Francia Condal será y quedará como un recuerdo lejano que yo intento desesperadamente olvidar. Vuestro nombre, no consigo asociarlo con un rostro, un recuerdo fijo, perdonadme. Quizá mi nefasto accidente a caballo sea la razón.

La colaboración que Vd brinda al Lenguadoc en la caza de los bandidos que tomaron el castillo... Yo estaba efectivamente en la lista, como jueza
Muchos se sorprendieron enormemente de verme, algunos se negaron a hablarme. Mi corazón no pertenece más a este mundo, yo hice mi elección sea buena o mala, pero mis hijos, que tiene aún cuatro años no son entrenados en mis necedades.

Hay momentos nefastos en la vida. Esos son los hombres de bien que han matado a mi madre: esos son los hombre de bien que no encuentran nada para curar a Kaled, esos los hombres de bien que nos roban el dinero de nuestro duro trabajo. Esos a los que debemos llamar nobles...

Me hubiese gustado recibir esta carta por otra razón. Poder de nuevo poner un rostro a su nombre, pero desgraciadamente mi memoria parece burlarse de mi. La locura de la huida quizás. Hay comarcas que desean tenernos enjaulados y comprar nuestras piedras y nuestro hierro y hacernos pagar una multa. Hoy en dia, lejos del Lenguadoc la horca parece ya lejana. Pagaré mi deuda, pero no será el fin. Tengo convicciones, otra vida que afrontar, y es el sombrío destino de bandido que elegí.

Sepa por ejemplo que sigo siendo una persona de confianza y con valores. Me nombraron como consejera de animación en mi ciudad, saqueo quizás un castillo, pero también queda que sigo apoyando mi ciudad y le ofrezco mi tiempo hasta que este tiempo se agote. Dama Marguerite de Volpihat. Sí, recuerdo brumoso con todo el alcohol ingerido ese día. Esa tiene seguramente argumentos muy buenos contra mi... Me veo compungida de causarle a usted tantos estragos no era sin duda ese mi objetivo.

El lenguadoc era un ducado nefasto que ejecutó a muerte varios compadres, que jugó mal de su poder y gastó su poderío a escupir por momentos sobre las gentes incluso si eran de buena o de mala fe. Quizás solo sean esos los recuerdos que me quedan, pero quedan... Se nos ofreció una brecha, la posibilidad de terminar nuestros días ricos y orgullosos... y por mi parte la posibilidad de comenzar una vida particularmente distinta que me deje finalmente libre de ser, quizás, lo que soy realmente. Supe hace poco quien fue mi progenitor...

Si usted supiese lo que fluye en mi sangre...

Esta carta la escribo al borde de un árbol, cerca de mi caballo Farbig. Aquí espero algunos compañeros antes de seguir mi camino. Una amiga vendrá pronto conmigo, junto con mis hijos, y en menos de cuatro meses un nuevo hijo verá la luz, sin conocer su madre ni su padre... Quizás la única cosa que podría usted hacer es de aceptar el don de mi propia sangre dándole a mi futuro hijo todo lo que pudiese necesitar...

En la espera de que el porvenir sea propicio a sus deseos,
la rubia de los caminos,

Angëlyss

Escrito sobre los caminos de Francia,
el 7 de agosto 1456

que esta lagrima haga oficio de sello...

- Ya sé de qué me suena este nombre...

Pau además de Comisario de Comercio era también Capitán de Aduanas. De hecho, fue el fundador del servicio de aduanas y guarda fronteras del Principado; moldeado sobre el eficiente servicio de maestranza y control de fronteras breton. Una mañana, Lulu fue a verle a su despacho de Aduanas para almorzar juntos. Él había salido pero la dejaron esperarle allí. Sin querer había terminado leyendo un papel que había justo delante suyo, era el aviso de búsqueda y captura de los asaltantes al castillo del Condado de Languedoc. Y allí estaba aquel nombre de mujer tan raro, con la diéresis sobre la "E". Más tarde escuchó a alguien referirse a dicho suceso y supo que había sido el atraco con más botín de la historia de los Reinos, habían robado alrededor de medio millón de escudos.

Al llegar al último párrafo de la carta sintió como si el corazón se le parara. Recordaba claramente una extraña pregunta de su marido sobre críar el hijo o hija de alguien como propio. No le pareció mala idea, pensó que se trataría de algún huérfano y le dijo que sí. Pero la criatura jamás llegó a ellos y nunca más se volvió a hablar del tema.

Ahora que veía la fecha de la carta y la parte en la que decía que en 4 meses nacería el hijo, cayó en la cuenta de que 5 meses antes Pau aún vivía en Pontarlier.

- ¡Dios mío! Las fechas coinciden. ¿Es posible que...? - Se preguntaba mientras caminaba de un lado a otro de la habitación cada vez más desesperada.

**Lulu Bathory** Jue Mayo 14, 2009 10:48 pm

Sårolea escribió:Pau Claramunt volvió a entrar a la casa familial, situada en la calle que llevaba su mismo apellido -- vivir en el carrer Claramunt de Lleida siempre le llenó de cierto orgullo --, y al entrar, junto a su hijo Itnas, se topó con una de las siervientas de la casa, Dalila, que le miraba con un cara mezcla de sorpresa y de pavor...

algo ha ocurrido pensó para sí Pau.

- ¡Calma, calma! No saques conclusiones precipitadas. En todo caso, si estuvieron antes de él mudarse a Cataluña, aún no estaba contigo, así que... - Intentaba darse ánimos. - Pero... ¿Por qué tantos secretos?

Dejó de caminar de un lado a otro y volvió a sentarse frente al escritorio. Pensó que ya no habrían más, pero encontró una última.

"A l'intention du comte & de son conseil, de la part de Debba.
Nous vous écrivons pour vous informer qu'aujourd'hui, on a découvert Dame Marguerite & son frère, Roy d'Aragon & un enfant morts, au castel familial de Carcassonne.
Veuillez aussi informer les vicomtes Cristol & Phelipe de la triste nouvelle."

"A intención del conde & de su consejo, de parte de Debba.
Les escribimos para informarles que hoy, se descubrió a Dama Margarita & su hermano, Rey de Aragón & un niño muertos, en el castillo familiar de Carcasona.
Le ruego también informe a los vizcondes Cristol & Phelipe de la triste noticia."

Justo debajo de estas líneas, se ampliaba la noticia:

La dama Marguerite hacía de Diaconisa y era sumamente devota. El cura decide ir a sus dependencias en el castillo, al no aparecer por la iglesia a la hora habitual, algo extremadamente raro en ella. Al no recibir respuesta y ver que había una ventana rota, avisa para que fuercen las puertas, algo iba mal.

Encuentran dentro a Marguerite y Reginhart empapados en sangre, llenos de cortes de arma blanca. La dama tenía su rostro literalmente desfigurado por los cortes. Entre ellos, estaba el cadáver de un niño, que no presentaba laceraciones de ningún tipo. Nadie sabe quién es el infante, le llaman "El sin nombre".

El hallazgo del Rey de la Corona de Aragón fue todo un misterio, nadie sabía que se encontrara en Carcassone y mucho menos en las dependencias de su hermana.

Juana Elisa, la hija pequeña de la de Volpilhat, estaba a salvo con Catalina, la hermana de ambos. Esta última había ido a visitar a la pequeña donde la amamantaba la nodriza, una joven de nombre Marie.

Todos los indicios apuntan a que no fue un suicidio colectivo. Los cristales rotos hacia el exterior y las puertas cerradas desde dentro hacen pensar en que el o los asesinos salieron por el ventanal y no entraron, como se pensó en un principio.

Los hechos ocurrieron a finales de Febrero de 1457, pero el informe databa de mediados de Marzo. La letra, la forma de hacer las frases, no dejaban lugar a dudas, era la misma persona que le había escrito informando de Angëlyss.

- ¡Por el amor del Altísimo! ¡Qué muertes tan horrendas! ¡Esa familia está maldita! - Recordó al mismísimo Jehan, Conde de Urgell y padre de los hermanos, también muerto al parecer envenenado. - Finalmente la bella Marguerite terminó como tanto temía, rodeada del color que le aterró durante toda su vida. ¡Dá escalofríos! - Una lágrima resbaló por su mejilla mientras pensaba en ello.

Colocó las cartas lo más fielmente posible a como las había encontrado.

- Creo que esta es la principal razón por la que lleva mas de un mes tan ausente y malhumorado. ¡Dios mío! ¿Por qué tantos secretos Pau? Esto tiene que aclararse ya, tiene que ser sincero conmigo y lo será hoy.

Salió de la habitación decidida a dejar los secretos desvelados de una vez por todas.

Al bajar las escaleras se encontró con Pau que acababa de regresar del paseo. Itnas ya estaba en la cocina husmeando para enterarse qué había para almorzar. Ella miró fijamente a su marido, con una mirada cargada de frialdad y reproche. Aún le miraba de ese modo cuando entró en la habitación destinada a hacer de biblioteca, dejando intencionadamente la puerta abierta.

Sårolea escribió:la mirada de Dalila al llegar... y luego la mirada de Lulu, y luego su manera de entrar a la biblioteca... tenía que hablarle...
así que Pau se dirigió hacia la biblioteca tras su esposa, y cerró la puerta tras él.

Allí dentro, se dirigió lentamente, con calma, y tratando de mostrar el rostro más tranquilo y amable posible, hacia su esposa.

- Lulu... tenemos que hablar...

**Lulu Bathory** Jue Mayo 14, 2009 10:51 pm

"Tenemos que hablar." había dicho y para Lulu fue como una bofetada. Era evidente que tenían que hablar, odiaba cuando hacía eso.

Intentó sonreir pero se dijo a sí misma que ya bastaba de risas falsas por ese día. Su rostro anunciaba sus sentimientos y así, sin ocultarlos, tomó asiento.

- Desde luego que tenemos que hablar. Tú dirás. - Espetó tajante y se quedó mirándole fijamente esperando las explicaciones.

Sårolea escribió:El esposo de Lulu se sentó a su lado, triste por lo que debia decir, triste porque sabía que ya no habría vuelta atrás.

Le tomó sus manos y, con voz suave, empezó:

- Tengo malas noticias...

y luego de inspirar profundamente, se lanzó:

- Tendría quizás que habertelo dicho antes, pero necesitaba recolectar más información.
Se trata de Margarita, la vicondesa de Calvisson, fue asesinada e poco.

Pau hizo una brebe pausa, para dejar que su esposa sea totalmente conciente de la noticia; sabía que ella tenia cierta amistad hacia Margarita, y que el anuncio de su muerte le dolería. Miro en su rostro, pero Lulu Bathory se mostró impasible; Pau incluso se sorprendió, y enorgulleció de la capacidad de estoicismo de la que hacia gala su mujer. Y, ya algo aliviado, prosiguió:

- Ocurrió en los últimos días de febrero; el cura de Carcasona, sorprendido de no verla llegar, ella actuaba de diaconesa, era muy devota, lo sabes... pues el cura fue al castillo familial donde reside... no habia presencia alguna, y pidió abrir las puertas..
Allí la encontraron, asesinada, junto a su hermano Reginhart, quien fue nuestro soberano; asi como también su hijo varón.
... el hijo de ella y su esposo pensó en especificar Pau, no sea que Lulu pensase que se trataba del hijo de Reginhart.
El esposo de Margarita... el tal d'Happerault,... bien poca presencia tenia, solo le importaba el tener una descendescia, un heredero, pero nunca tuvo ningun comportamiento delicado hacia esa mujer tan bella y sensible, que le llamaban la Flor d'Òc... y ahora que ella habia muerto... "donde cuernos estará ese maldito" pensó Claramunt, enfurecido de repente de que el esposo de Margarita la ignore incluso ahora. Margarita, a quien Claramunt siempre amó en secreto desde la primera vez que la vió, hace muchos años, antes de que el conde Jehan recuperara su título de conde de Urgell; cuando Elissa, la madre de Margarita aún estaba en vida...

Pero no era el momento para los recuerdos, Lulu, su esposa, estaba alli delante de él, escuhandole.

- los dos hermanos fueron degollados; el niño se piensa que ya estaba muerto antes de que el asesino les matase un momento Pau pensó en la horrenda posiblidad de que el asesino lo haya dejado vivo, junto al cadaver de su madre, para que muera de hambre, sed y frio... pero prefirió no hablar de esa eventualidad a Lulu, al igual que ocultó el hecho de que Margarita habia sido, además, desfigurada con saña.

- Hay una encuesta oficial en curso en el Lengadoc, pero aún no se que haya dado resultado alguno.
Lo que si se, es que dama Paula Esteva, la mejor amiga de Margarita, ofrece recompensas para todo dato; y, además, pero esto es confidencial, estaría montando una pequeña tropa de mercenarios para ajusticiar a los autores intelectuales del crimen.
Le he escrito.

También, supe que hay un grupo de personas, que se han formado en secreto, que se dicen herederos de la obra de Jehan d'Urgell... ignoro aún si entre ellos haya algún participante de la historica Fronde o no.
Pero imagino que intentarán vengar su muerte, así como la de su hijo, y posiblemente también recuperar las pretenciones a la corona de Aragón.
Se que buscan la espada de Jehan, la misma que recibió del mismisimo Caedes, el legendario duque de Champagne, quien lideró la Fronde contra el rey francés Levan; estuvieron muy cerca de lograrlo, y solo la traición y la compra de conciencias con el oro mal habido de Levan pudo con ellos.
Caedes, para evitar la ruina y muerte de su pueblo, se rindió, pero el rey francés le hizo asesinar cobardemente en su celda.
Jehan, pese a su aperente sumisión al rey francés, al punto de llegar a ser un Par de Francia, siempre tuvo como objetivo vengar la muerte de Caedes, y poder quitar del trono francés al usurpador actual. Como sabes, mantenia contactos secretos y de información con Bretaña, único ducado sobreviviente del honor y gallardia de La Fronde, y que nunca se plegó frente al usurpador.
Jehan era un gran politco, un estratega... todo lo que se me lo enseñó él.
Incluso, poco antes de morir, me reveló parte de su plan, las grandes llíneas, y me encomendó una misión de suma importancia, que me llevó hasta Champagne...

Su hijo Reginhart, le vi por primera vez hace muchos años, cuando era portavoz y embajador del primer gobierno provisional, presidido por Jehan; Reginhart era aún un niño tímido entonces; también vi en esa ocasión a Margarita por primera vez... y a la madre de ambos, doña Elissa, fallecida poco después.
Fue una sorpresa para todos el ver llegar a Reginhart, y más aún que venga a reclamar la corona; yo, y muchos de mis compañeros de La Menestralia, pensabamos que seria el propio Jehan que lo haria.
Incluso, si lo recuerdas, habia quienes habian tomado las armas para apoyar dicha opción, se hacian llamar Els Angelets de la Terra, y gozaban de cierta simpatia en le principado.
Yo participé a una reunión secreta con Reginhart y algunas otras personas, eramos muy pocos, en el alto del campanario de la catedral de València; alli es que supimos a que venia, y que ya no era el niño que había conocido. Allí es que se decidió del apoyo del Principado y del reino de València, allí fue que juramos luchar por él, a sabiendas que nuestra conjura era una Alta Traición, condenada con la muerte, hacia el entonces reinante Trastàmara.
Pero para nosotros los catalanes no era nada dificil de esocger, el trono, el sceptre i el mantell, debian ir a quien legitimamente les correspondía; y aunque pensabamos que seria el viejo Jehan quien lo reclamaria; pues su hijo era también un Urgell.
Yo incluso habia rehusado la propuesta de recibir un titulo de noble y de Grande de España que me habia hecho el rey Imnaril; solo recibiria ese honor de un Urgell, no de una familia cuya legitimidad no reconocía.
Desgraciadamente, la Corona se deshizo, y las partes que en igualdad se habian unido, en igualdad se deshunieron.
Jehan fue envenenado, aún no se sabe por quienes
y de Reginhart no se tenia noticias... es posible que haya acudido a su hermana por ayuda, antes de ser asesinado.

Y Margarita... Margarita... pues era la hija de Jehan y la hermana de Reginhart; nos prestó muy cordialmente su dominio para que celebrasemos alli nuestra boda. Su muerte me apena mucho también.
esto últmo dicho distaba bastante de la realidad; no se trataba de que "le apenaba también", sino que tenia el corazón desgarrado, la muerte de la mujer que amaba le cauzaba una pena sin fin, y un odio infinito hacia el culpable. Pero no podia decirselo a quien era su esposa y la madre de su hijo, como tampoc le podia decir que siempre habia mantenido canales para tener noticias frescas de Margarita, para poder, si hiciese falta, ayudarla; como no podia tampoco decirle que habia acudido, de incognito, al casamiento de Margarita, y lo que habia sufrido al ver que ella no amaba a su esposo, que ese ser tosco y prepotente no tenia ninguna consideración hacia ella, que era solo un a unión de compromiso... aunque luego supo el porqué de esa unión... era parte del plan de Jehan...

- ... como ves, mi vida está muy ligada a la familia Volpilhat... dijo, usando el antiguo apellido el que usaban cuando les conoció, antes que, por herencias y casamientos, hayan adquirido titulos y posiciones más elevadas.

Luego hizo silencio, a ver que le diría su esposa...

Escuchaba atentamente, intentando controlarse. Eran tantas las cosas que quería preguntarle...

- Así que el niño era hijo de Marguerite... y su esposo. -Pensaba mientras escuchaba lo que le iba contando. - ¿Eso es rabia contenida? Sí, lo es, sí y ha aparecido al mencionar a su esposo. - No quitaba ojo de sus facciones, estudiaba incluso su respiración. - Le ha escrito a otra dama que tenía estrecha relación con la Vicondesa... Reuniones secretas, herederos, Corona... ¡Por Aristóteles! Esto es más complicado de lo que me imaginaba... La muerte de la Flor d'Oc me apena a mí Sarolea, a tí... Tiene otro efecto en tí...La amabas con locura, por eso te era tan importante que me conociera antes de la boda. Era como si necesitaras su visto bueno... La amabas y... Aún la amas...

Trás este último pensamiento un nudo se apoderó de la garganta de Lulu y el tan deseado tacto de la mano de su marido tomando la suya, se le antojó insoportable. Los ojos llegaron a humedecérsele pero logró controlarse. Dejó la mano entre las de Pau y suspiró. Se quedó pensativa un instante, habían tantas cosas por explicar aún...

- Yo también lamento sus muertes, sobre todo si fue tan horrenda, nadie merece morir asi... No sabía que tuviera un varón... ¡Pobre criatura! Ahora entiendo porqué llevas tanto tiempo distante, ausente... Puedo llegar a entender tu silencio y poco interés respecto a tu injusta encarcelación y mi injusta condena de destierro, claro, tu mente estaba en otra parte, esperando noticias... - Suspiró nuevamente. - ¿Te das cuenta de que guardas demasiados secretos no? - Le miró a los ojos. - Ya que parece que quieres sincerarte, de acuerdo, tendrás que hacerlo completamente. Tengo demasiadas incógnitas que necesitan ser respondidas.

Se levantó del sillón y comenzó a caminar lentamente frente a él, de un lado a otro, escogiendo las preguntas. No le diría que había leído las cartas, viendo el grado de sinceridad que había tenido para con ella, no estaba mal que ella le pagara con la misma moneda por una vez.

- ¿Qué piensas hacer respecto a esas muertes? ¿Por qué le escribes a esa dama, Paula creo que dijiste? Esa corona y sus integrantes, aunque lo lamente, ya no existen... ¿Tiene esto algo que ver con la dama Angëlyss, la rubia de los caminos? - Se arrepinió de la última pregunta, pues delataba que sabía de ella más de lo que él imaginaba, pero ya estaba hecha.

Volvió a sentarse junto a su marido en espera de sus aclaraciones mientras sentía que comenzaba a dolerle la cabeza. No sabía si iba a gustarle lo que estaba a punto de escuchar.

**Lulu Bathory** Sáb Jun 06, 2009 7:57 pm

--Maria_de_Lourdes escribió: - ¿Ya llegó Pau? - Preguntó a Dalila que seguía limpiando el suelo aunque con mucho menos brío.

- Si. Están en la biblioteca. Esto no me gusta María...

- A mi tampoco Dalila. ¿No la sorprendió en la habitación no?

- No, no. Ella salió justo a tiempo, pero bajó las escaleras con la peor cara que le he visto desde que la conozco.

María escuchaba y suspiraba. La vida de su amiga no pasaba por su mejor momento y lo lamentaba enormemente.
Se dirigió a la cocina y sirvió un plato de humeantes lentejas con tocino y pan . Tomó un par de cubiertos y lo llevó a la mesa del patio.

- ¡Itnas! ¡A comer pequeño! ¡Venga que se enfría!

Trás su llamada, el niño apareció corriendo como si fuera a lomos de un raudo corcel. La dió un beso en la mejilla y se sentó a la mesa.

- ¡Eh, eh! Las manos, a lavarlas primero.

En cuanto dejó al retoño de la familia comiendo con las manos limpias, fue hasta el salón nuevamente y aprovechando que Dalila limpiaba en otra estancia, apoyó suavemente la oreja en la puerta que daba a la biblioteca.

Sårolea escribió:Pau miró por un instante a su esposa antes de responderle a sus preguntas. Ella estaba enfadada, y seguramente tenía razón de estarlo.

- Sí, te he ocultado mucho, es cierto; pero no fue nunca por falta de confianza, sino para no involucrarte en peligros.
Habían proyectos muy ambiciosos y a la vez muy peligrosos, contra nada menos que los personajes más poderosos de todo el mundo conocido!
De haberlo ellos sabido, es posible que hubiese montado varios ejercitos para exterminar toda la población de una ciudad entera.
Son capaces de eso.

Hizo nuevamente una pausa, para dejar que Lulu comprenda plenamente lo que le decia; y en ese momento Pau se dió cuenta de un detalle; Lulu le habia preguntado si algo tenia que ver Angëlyss... cuando le habia hablado a Lulu de ella? se sorprendía de haberlo hecho, es que pensaba haberlo guardado en gran secreto...
aunque si le había dicho a su esposa, sin mayores detalles, de la posibilidad de adoptar un niño o niña recien nacido; el hijo o hija de aquella rubia franco-alemana que conociera el dia -- o mejor dicho la noche -- en que salió de Pontarlier rumbo al Principado.

- Mmm, me preguntas si Angëlyss tiene algo que ver con estas tragedias; pues para nada

Un momento dudó de ello... porque en realidad bien poco sabía de ella; y si tuviese algún odio especial contra esa familia? Pero Angëlyss, además de ser una combatiente feroz, era también una madre, la había visto cuidar de sus hijos... podría, de eso estaba seguro, matar sin piedad alguna a los nobles más importantes, sin importar si fuesen hombre o mujer; pero nunca hubiera abandonado a un bebé para que muriera de inanición.
No, ella no tenia nada que ver

- Ella es solo una conocida, de hace tiempo atrás, y que quise ayudar para que su hijo o hija pueda tener el mejor hogar posible

Se preguntó un instante si su esposa Lulu sabría algo del pasado delictivo de Angëlyss, de su participación en el saqueo de las arcas públicas del Lengadoc aprovechando de la situación turbia debida a la interminable guerra entre Francia y Bretaña... pero Pau decidió esquivar el tema.

- Paula Esteva -- se llama Paula Esteva no simplemente Paula; en francés le dicen Polstefí, pero suena horrendo... enfin, ella era muy amiga de Margarita; yo le he escrito para saber más acerca de lo ocurrido, y para saber como pudiese ayudarla.

Yo...

Siento que mi deber es ir allí, para obtener más información, y saber lo que deba hacer.
Debo cumplir con las promesas que hice.
Eso me obligará a ausentarme, no se por cuanto tiempo

**Lulu Bathory** Lun Jun 08, 2009 2:44 am

A medida que le escuchaba responder a sus preguntas pasaba del enfado al asombro y de allí al enfado nuevamente. No acababa de digerir toda la información que le estaba siendo descubierta ese día. Pero las últimas frases que le dirigió su marido esa noche la dejaron en una especie de trance.

- Tu deber es estar allí.. - Se levantó de su lado lentamente mientras repetía sus palabras. - Te irás a Francia a cumplir las promesas que una vez hiciste. Promesas de causas más que perdidas... Promesas a personas que ya ni siquiera existen...

Se quedó de pié frente a él, mirándole fijamente. Si su mirada hubiera sido una flecha, estaba segura de que habría terminado atravesando el corazón de su esposo. Él la miraba pero bajaba la mirada de tanto en tanto.

- Pau Claramunt, haz lo que creas conveniente. Pero déjame recordarte que también a mí me hiciste una promesa en su día. ¿Qué fácil es prometer verdad? - Se acercó a a la puerta y justo antes de abrirla se giró hacia él. - Tienes un hijo, tienes una esposa, tienes una familia... ¡Y estamos vivos! - Y abandonó la biblioteca con un portazo tal que se sintió en toda la casa, haciendo retumbar las paredes.

En la madrugada del 6 de Junio, mirando por la ventana de sus aposentos se encontraba Lulu Bathory. En sus ya habituales noches de insomnio había escuchado algo fuera de lo normal a esas horas: la puerta de su casa había sido cerrada cuidadosamente, pero aún así había reconocido el sonido. Al asomarse pudo ver a su marido salir en su montura sigilosamente. El corazón se le aceleró como cuando se recibe un susto y se enfundó en el primer vestido que tenía a mano. Bajó las escaleras corriendo pero intentando hacer el menor ruido posible. Para cuando salió por la puerta ya sólo veía la silueta del corcel y el jinete.

Finalmente se había ido. Desde la charla en la biblioteca ella había hecho todo lo posible por no coincidir con él, ni siquiera habían vuelto a dirigirse la palabra. Sentía que si volvía a tenerle frente a frente sacaría toda la impotencia que sentía en su interior y terminaría diciéndole algo de lo que luego se arrepentiría. Deseaba enormemente que Pau meditara y reconsiderara su decisión. Rezó todas las noches pidiendo que de repente se abriera la puerta de su habitación y apareciera él para decirle que había cambiado de idea. Pero se le estaba demostrando que eso no ocurriría, por lo menos no de momento.

Se quedó en mitad de la calle observándole alejarse con el corazón encogido. Comenzó a sentir una sensación desagradable en su interior y a pensar que su esposo jamás se había entregado completamente a ella, por lo menos, no en el grado de entrega con que lo había hecho ella. Era típico en él irse sin avisar, ya lo había hecho una vez, había regresado y ella le había perdonado pero... ¿Regresaría esta vez? Y si se daba el caso... ¿Volvería a perdonarle? No estaba segura de ello, por que esta vez, no sólo la abandonaba a ella...

Este último pensamiento hizo que volviera a la casa de prisa. Subió las escaleras casi sin tocar los escalones y con la respiración entrecortada se detuvo frente a los aposentos de su hijo. La puerta estaba ligeramente abierta, al reparar en ese detalle sonrió y entró de puntillas.

Itnas dormía plácidamente, junto a su cama había una silla que delataba que Pau había estado sentado allí. Dentro de lo mal que se sentía logró sonreir, por lo menos de él se había despedido. Se acercó al niño y depositó un dulce beso en su frente, no quería despertarle. Tomó la silla y la cogió para ponerla en su sitio, junto al escritorio. Había algo en él que no solía estar allí, una saquita negra, llena de escudos. La tomó y por el peso supo la cantidad aproximada, era considerable, no podria ser de la venta de harina, más bien de la venta de un campo.

El hallazgo fue la gota que colmó el vaso. Se dejó caer en la silla ahogando el sonido del llanto que pugnaba por salir en forma de grito desesperado. Y con la cara escondida entre sus manos, la sorprendió el amanecer del 6 de Junio de 1457, para ella, uno de los días más tristes de su vida.

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